Huelga en un estado alemán por la ampliación de jornada
Hospitales, guarderías y servicios de limpieza municipales de Baden-Württemberg (sur del país) entraron ayer en huelga indefinida, la primera del sector público alemán en catorce años, en una lucha planteada como una cuestión de principios contra el plan de hacerlos trabajar 18 minutos más al día.
Los ciudadanos de ese próspero e industrial estado federado vivieron un aperitivo de los efectos de la huelga, que el sindicato del sector público, Ver.di, quiere extender a otros länder contra el plan de ampliar la semana laboral de las 38,5 horas actuales a 40, sin compensación salarial.
Las guarderías no abrieron, la basura acumulada del fin de semana no se recogió y todo apunta a que tampoco se hará en los próximos días. Menos visibles eran los efectos en la administración pública, pero se espera que éstos se evidencien a medida que pasen los días, tal vez semanas. El presidente de Ver.di, Franz Bsirske, advirtió que se trata de una huelga 'de largo trecho', secundada por el 95% de los trabajadores afectados y exponente de lo que no puede tolerarse en un país con cinco millones de desempleados: que la patronal decida por su cuenta.