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Medios de comunicación

Mickey se come a Toy Story

El deselace de esta historia ha sido inesperado. Después de explorar durante meses diferentes formas de continuar su lucrativa alianza en el sector de las películas de dibujos animados, Walt Disney Co. y Pixar Animation Studios sostienen avanzadas negociaciones para la adquisición del estudio por parte del conglomerado de medios.

Cuando los métodos y argumentos de Disney parecían obsoletos frente a la modernidad de Pixar, que incluso está siendo objeto de una exposición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), el viejo tiburon se ha comido al joven, que amenazaba con robarle el puesto.

Wall Street Journal explica que, según van las negociaciones, Disney pagaría una pequeña prima sobre el actual valor de mercado de Pixar, que ronda los 6.700 millones de dólares. La transacción en acciones convertiría al presidente de Pixar, Steve Jobs, en el mayor accionista de Disney, que lograría aún mayor influencia en la industria de los medios, donde ya posee un dominio considerable como máximo ejecutivo de Apple Computer Inc.

Disney y Pixar han sido socios por más de 12 años, bajo un acuerdo por el que Disney distribuye y cofinancia las populares y rentables películas de Pixar. Sin embargo, hace dos años Jobs anunció por sorpresa que iba a terminar la relación cuando el contrato expire en 2006 y buscar un nuevo socio distribuidor, en medio de un enfrentamiento con el entonces presidente ejecutivo de Disney Michael Eisner.

Pero Robert Iger asumió el mando de Disney en octubre y estableció como prioridad volver a encarrilar la relación entre las dos compañías. æpermil;l ha logrado intensificar las conversaciones en los últimos meses.

En una iniciativa que fue, en parte, considerada como la firma de un acuerdo de paz con Jobs, Iger decidió permitir que programas de televisión de Disney, como Desaparecidos y Esposas desesperadas, estuvieran disponibles en un formato descargable para ser reproducidos en los iPod de Apple. A partir de entonces, mejoraron las relaciones entre Disney y Pixar.

Aun así, según cuenta el diario neoyorquino, las dos empresas están inmersas en la negociación de la cantidad exacta de la compra y aún podría seguir un curso menos dramático, incluyendo algún tipo de acuerdo para que Disney simplemente distribuya las películas que Pixar financia y hace.

Pero ambos saben que la fusión sería positiva para las dos compañías: Disney se ha aferrado durante demasiado tiempo a las películas diseñadas a mano y ha empezado a sufrir las consecuencias. Jobs, podría acumular aún más poder mediático. Y su alianza aseguraría uno de los productos más importantes de Disney: los dibujos animados.

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