'No añoro la visibilidad social de un cargo'
La apertura de un hotel en Barcelona supone un punto y aparte en la trayectoria profesional de Guardans. Tras su paso por el Ministerio de Industria y AC Hoteles, ha optado por iniciar su propia aventura.
Con 29 años, Pau Guardans (Barcelona, 1965) fue nombrado director general del Ministerio de Industria por Josep Piqué. Antes había estado en Arthur Andersen y Mecalux y después en Acciona, de donde salió para ser consejero delegado de AC Hoteles en 1999. Tres años después, y por diferencias de criterio con Antonio Catalán, abandona la compañía, y se encuentra con 'algunas ofertas' y una decisión que tomar.
¿Es en ese momento cuando tiene claro que debe montar su propio proyecto?
Hacía tiempo que buscaba cómo ser el protagonista de mi propia aventura empresarial. Siempre he mirado a los que están 10 o 15 años por encima y me ha servido para ver que la vida de un alto directivo es muy complicada y realmente la remuneración no compensa los sacrificios, las renuncias que conlleva.
¿Y desde el principio supo que serían hoteles?
No, pero empecé con negocios inmobiliarios que han ido bien, lo que no tiene mucho mérito en los últimos años, y aproveché la oportunidad del edificio (propiedad de su familia) perfecto para ubicar el hotel.
Trabajar para uno mismo tiene muchos aspectos positivos, ¿cuáles son los negativos?
El primero es que con un negocio propio duermes peor, te despiertas a las cinco de la mañana pensando en cómo resolverás algo concreto. Supongo que hay un plus de responsabilidad y la relación con la actividad laboral es más intensa. Y otro aspecto negativo es que el reloj no se para el fin de semana y sigues teniendo cuestiones por resolver. También te sientes más solo porque las decisiones no pueden ser compartidas: aunque consultes, es solo tuya; pero la mayor diferencia es el compromiso con el resto de los trabajadores.
¿En qué sentido?
Cuando eres directivo de una empresa que no es tuya es difícil que puedas hacer un día de fiesta en un puente si los de tu departamento no lo hacen, es como si tuvieras que dar ejemplo, aunque puedas hacer muchas horas antes para compensar y pudieras dejarlo todo planificado, quizá sea por el qué dirán. Lo he hablado con otros directivos que han dado el mismo paso y todos coincidimos. En una empresas propia ese aspecto no lo tienes tan presente.
¿Y la visibilidad profesional?, ¿no es difícil pasar de tener un cargo reconocido a, en cierta manera, desaparecer del panorama con tu propio negocio?
Sí, reconozco que esa situación se da; no sé si es por haber tenido una exposición pública desde muy joven en el ministerio, pero aprendes que en una situación así no es todo positivo. Cuando decidí crear mi propia empresa era consciente de que iba a perder esa visibilidad, pero por ahora no la echo de menos. Una vez te acostumbras a la independencia, mental y organizativa, la renuncia vale la pena.
¿Es un cambio para toda la vida o se ve de vuelta a la empresa privada de aquí a unos años?
Estoy muy seguro del paso que he dado, pero tanto como para decir que es para toda la vida... De todas maneras, no me veo buscando un puesto en algún proyecto empresarial, ni siquiera en diez años. Tendría que ser algo temporal, muy atractivo y compatible con este proyecto que estoy empezando.
¿Tiene planes para que el Grand Hotel Central de Barcelona sea el primero de una cadena?
He renunciado a hacer planes de crecimiento para no ser esclavo de ellos. Estoy valorando alguna posibilidad para abrir otro hotel en Roma y también en Madrid. Pero no será una cadena, cada hotel tendrá su propia personalidad, de acuerdo con el entorno en donde se ubique, y no habrá elementos comunes. De hecho, es todo lo contrario a lo que hacía antes, donde el cliente tenía que saber cuando se levantaba en qué cadena estaba y todos tenían que ser iguales.
Un restaurante de lujo en un edificio con historia
El primer fruto visible de la sociedad In Hotels & Real State, propiedad 100% de Pau Guardans, se llama Grand Hotel Central. El hotel es un establecimiento de cinco estrellas ubicado en el número 30 de la barcelonesa Via Laietana, en la llamada Casa Cambó, en pleno corazón de la ciudad.El político Francesc Cambó, abuelo de Pau y ministro del Gobierno español durante los años veinte, mandó construirla en 1925. Guardans acordó con sus padres y sus 13 hermanos el alquiler del edificio por 40 años. Antes tuvo que negociar el desalojo con los 62 inquilinos que ocupaban las plantas destinadas a oficinas.Guardans reconoce que el hecho de que su familia sea propietaria del edificio (sus padres viven en las dos últimas plantas) ha facilitado la puesta en marcha del proyecto, pero asegura que si no hubiera sido así, habría buscado otra oportunidad como va a hacer en otras ciudades.El hotel, de 147 habitaciones, cuenta con un restaurante de lujo, el Actual, dirigido por Ramon Freixa, propietario de El Racó d'en Freixa, que tiene una estrella Michelin. Guardans asegura que la elección responde al deseo de ofrecer una comida con raíces: 'Muchos cocineros hacen platos sin origen, que puedes comer igual en New York que en París; buscaba un tipo de cocina que fuese sólo de aquí'. In Hotels & Real State es también propietario de suelo en Murcia y Andalucía para desarrollar otros proyectos.
El exceso de plazas y el éxito de la diferencia
¿Cómo se reparte la gestión del hotel?El hotel tiene una directora que es la que se ocupa del día a día y de la coordinación de los 62 trabajadores. Los asuntos cotidianos no son responsabilidad mía, yo me ocupo de decidir cómo será el producto, los acabados, de verificar que la calidad a la que aspiramos se cumple. Creo que es fundamental para las empresas que alguien del equipo tenga tiempo de valorar las cuestiones a las que el responsable del día a día no puede dedicarse por falta de tiempo. En cuanto al resto de negocios de la inmobiliaria, cada proyecto cuenta con un equipo específico.
¿Ha mejorado en calidad de vida?En cierta manera sí, porque puedo distribuir mi tiempo de otra manera, puedo acompañar a mis hijos al colegio algún día o coger un día festivo si ellos lo tienen. Pero lo que más agradezco tras el cambio es que este tipo de proyecto te permite disfrutar del viaje. Cuando estás en una empresa grande sólo disfrutas con la consecución de los objetivos, y en ese momento ya tienes otros. Cuando estaba en la cadena hotelera, inaugurábamos un hotel y no había tiempo ni siquiera de saborearlo, porque ya estábamos pensando en la siguiente apertura. En una empresa tuya descubres que se puede disfrutar del viaje y que en realidad no llegas nunca.
¿Hay exceso de oferta hotelera en Barcelona?Es cierto que en los últimos años la oferta hotelera ha crecido muchísimo en Barcelona, por lo que es fundamental para que un establecimiento funcione que consiga diferenciarse del resto. En ese sentido, y pese a la gran cantidad de plazas que hay en Barcelona, no había una oferta similar al Grand Hotel Central, un establecimiento de diseño, inspirado en el Soho, en el corazón viejo de la ciudad. La mayoría de los establecimientos nuevos se han abierto fuera del centro. Nuestro objetivo es acabar 2006 con una ocupación de entre el 60% y el 65%, y por las reservas que tenemos programadas para los meses de enero y febrero, que es la época más floja, parece que va a ser posible. Si seguimos en ese nivel de ocupación recuperaremos la inversión realizada en un plazo de seis o siete años.