La Bolsa española cierra 2005 con una ganancia del 18,2%
Pese a un entorno complicado por la subida del petróleo y de los tipos, la Bolsa culmina su tercer ejercicio alcista
La única nota negativa que dejó la última sesión de 2005 fue el cierre diario, al caer el Ibex 35 un 0,4%. El resto fueron datos positivos. El índice ganó un 0,1% en la semana y un 1,6% en el mes, para acabar el ejercicio con un aumento del 18,2%. Es el tercer año alcista consecutivo, tres años en los que el selectivo se ha revalorizado un 77,8%. Desde los mínimos tras el pinchazo de la burbuja, registrados el 9 de octubre de 2002, el Ibex ha doblado su valor.
El tirón de la renta variable queda reflejado en el hecho de que de las 114 compañías que componen el índice general de la Bolsa de Madrid (IGBM) sólo 10 han finalizado el año con caídas en el precio de sus acciones. En 72 casos, la revalorización acumulada supera el 20%. A pesar de los momentos puntuales de debilidad, la tendencia a lo largo del ejercicio ha sido alcista. Ocho meses cerraron con ganancias. Cuatro, en pérdidas.
El buen comportamiento de la Bolsa es aún más meritorio si se tiene en cuenta que los mercados han tenido que lidiar con un entorno complicado. Desajustes entre la oferta y la demanda, unidos a un creciente movimiento especulativo, llevaron al precio del crudo a marcar máximos históricos en septiembre (por un barril de Brent llegó a pagarse 67,7 dólares). Aunque desde entonces se ha relajado un poco, todavía se mantiene en unos niveles muy altos (el Brent cerró ayer a 57,74 dólares el barril), con un encarecimiento anual en torno al 40%. Esta situación, con el riesgo de que se traslade a presiones inflacionistas, ha obligado a los bancos centrales a reaccionar con subidas de tipos, mal compañero de viaje para la renta variable.
La Reserva Federal subió las tasas en ocho ocasiones, llevando los tipos en EE UU desde el 2,25% al 4,25%. El BCE movía ficha el 1 de diciembre por primera vez desde junio de 2003, con un alza de 25 puntos básicos, hasta el 2,25%.
La Bolsa ha tenido que sobreponerse, además, a un débil crecimiento económico en Europa, a desastres naturales en forma de huracanes en el Golfo de México y a la reaparición macabra del terrorismo internacional en Londres. Y lo ha hecho, sobre todo, gracias al sólido crecimiento de los beneficios empresariales, el verdadero sostén de las cotizaciones durante el ejercicio.
Más beneficios y dividendos
Por tercer año consecutivo el ritmo al que aumentan los resultados empresariales en la Bolsa española supera el 20%. En concreto, hasta septiembre (último dato publicado), el beneficio conjunto de las compañías domésticas cotizadas creció un 23,22% con respecto a las ganancias generadas en el mismo periodo del año anterior. Esta mejora viene también respaldada por el tirón de las ventas, que en los nueve primeros meses han crecido un 26,9%.
La fortaleza de las cuentas empresariales, junto con el saneamiento acometido por las compañías en ejercicios anteriores, ha hecho posible que un año más la remuneración a los accionistas bata récords. Hasta el mes de noviembre, según datos de Bolsas y Mercados Españoles (BME), las sociedades cotizadas han retribuido a sus accionistas con más de 19.000 millones de euros, cifra que supone 5.000 millones más que en todo 2004 y un aumento del 35%. Esta cantidad incluye, además del pago de dividendos, la devolución de primas de emisión y la devolución de aportaciones por reducción de nominal. Sumando todas estas vías de retribución, la rentabilidad por dividendo de la Bolsa española se aproxima al 4%.
El alza de la renta variable en 2005 viene respaldado por un alto volumen de contratación, también récord en el mercado español. Y es que, pese a las subidas en el precio del dinero, la liquidez sigue siendo abundante, ya que en muchos países los tipos reales, descontada la inflación, siguen próximos a cero. En total, dentro del Sistema Electrónico (SIBE) se negociaron títulos por valor de 850.000 millones de euros, un 30% más que en 2004.
El Ibex todavía está un 20,8% por debajo de su máximo histórico, los 12.968 enteros que marcó en el intradía del 7 de marzo de 2000. Sin embargo, en términos de capitalización sí que ha superado este ejercicio su anterior récord. El valor conjunto de las compañías del índice es de 411.712 millones de euros, frente a los 375.796 millones cuando la burbuja tecnológica tocó techo.
Al contrario que en los años anteriores, la Bolsa española no ha sido la que mejor comportamiento ha tenido entre las plazas europeas. Es, de hecho, la tercera que peor ha evolucionado del área euro. Buena culpa de ello se explica por el gris comportamiento del grupo Telefónica. Los títulos de la operadora han caído un 8,3% en 2005 y, más que sumar, han restado 13 puntos a la subida del mercado. El repunte del índice general se ha sustentado por el Santander, que aporta 30 puntos, BBVA (16 puntos), Repsol (15 puntos) y Endesa (13 puntos).
A escala sectorial, construcción, petróleo y energía, bienes de consumo, servicios de inversión e inmobiliario y servicios de consumo han sido, por este orden, los que mejor comportamiento han registrado, mientras que el sector de telecomunicaciones y tecnología ha cerrado el año en pérdidas.
Los analistas pronosticaron a comienzo del ejercicio que los valores de pequeña y mediana capitalización habían agotado casi todo su potencial. No ha sido así y otra vez han vuelto a batir a los pesos pesados. El índice Medium cap, por ejemplo, ha subido un 37,1%.
Uno de los motores de la renta variable en 2005 han sido los numerosos movimientos corporativos que se han vivido a lo largo del año. En cambio, el mercado primario ha sufrido su peor ejercicio en una década con tan sólo una salida a Bolsa, la protagonizada por Corporación Dermoestética. Se antoja un número demasiado escaso para una economía que reclama su sitio en el G-8.
Los valores y sectores más destacados del ejercicio bursátil Telefónica se pierde la fiesta alcista y resta empuje al Ibex 35
El mercado ha dado la espalda a Telefónica. Ha caído un 8,3% en Bolsa en 2005, convirtiéndose en el peor valor del Ibex 35. Los resultados, que han ido de menos a más en el ejercicio, han sido buenos. Además, tiene una de las mejores políticas de remuneración del parqué. Sin embargo, en el ánimo de los inversores han pesado más las dudas acerca del alto endeudamiento en el que ha incurrido la operadora después de la compra de Cesky Telecom y, sobre todo, de O2.A pesar de esta gris evolución, sus rivales (Vodafone, Telecom Italia, France Télécom y Deutsche Telekom) han caído en Bolsa aún más que Telefónica en el año.
La diversificación de las constructoras cotiza al alza
Conscientes de que el ciclo constructor se enfría, las empresas apuestan por diversificarse. Ferrovial ha comprado en 2005 Swissport y, a través de Cintra, se ha hecho con Chicago Skyway. ACS, además de entrar en Fenosa, ha elevado su presencia en Urbis y Abertis. En el caso de Acciona, se ha reforzado en servicios con Ramel y ha llegado al 100% de EHN. Por su parte, FCC ha lanzado una opa sobre Portland y Sacyr ha completado la compra de ENA y se ha hecho con Sufi. Este último es el valor que más ha subido del Ibex en 2005 (un 74,8%). Entre los diez mejores del índice hay tres constructoras: ACS, Ferrovial y Acciona.
La expansión internacional de los bancos es premiada por el mercado
Los dos grandes bancos siguen centrados en crecer de forma no orgánica en el exterior. 2005 ha sido para el Santander el año de la integración del Abbey. Además, ha reforzado su exposición a EE UU con su entrada en Sovereign. BBVA ha intentado comprar el BNL.El mercado ha premiado esta estrategia. En un entorno alcista de tipos que les favorece, Santander ha subido un 22,2%, arrebatando a Telefónica el liderazgo por capitalización, y el BBVA ha ganado un 15,5%. Este último podía haberlo hecho aún mejor si los inversores no estuvieran a la espera de cuál va a ser su siguiente movimiento tras el fiasco italiano.
Las opas y el precio del crudo 'calientan' al sector energético
Las operaciones corporativas han hecho del sector eléctrico uno de los protagonistas. La opa de Gas Natural sobre Endesa ha sido la más sonora. A la espera de cómo terminará el órdago, la eléctrica cierra 2005 con un alza del 28%, mientras que la gasista gana un 3,9%.En el caso de Fenosa, ha subido un 62% al calor de la entrada de ACS en su capital, tras comprar el 22% al Santander y su posterior opa sobre el 10%.El alza de Repsol, un 28%, se debe al tirón del crudo. Por su parte, REE sube un 58% sin ayuda de especulaciones, mientras que Ibedrola gana sólo un 23% a la espera de ver qué pasa con la opa de Endesa.
Las inmobiliarias llevan la contraria a los analistas y siguen disparadas
Los analistas también fallan. En sus previsiones de cara al ejercicio 2005 recomendaban evitar las compañías inmobiliarias. La burbuja en torno al ladrillo amenazaba con pincharse y las valoraciones de las compañías, tras un gran 2004, se encontraban muy ajustadas.La realidad ha sido bien distinta. No ha habido un brusco aterrizaje de la vivienda y los títulos de todas las inmobiliarias (Metrovacesa, Fadesa, Urbis y Colonial) han doblado como mínimo la subida del Ibex. En el caso de Metrovacesa, el mercado ha premiado la compra de Gecina. De cara a 2006, el entorno alcista de tipos no favorece al sector. Pero eso es sólo la teoría.
Los movimientos corporativos dan alas a los valores medianos
El capital riesgo ha puesto sus ojos en empresas de mediana y pequeña capitalización con balances saneados y alta generación de caja. Así, empresas como Amadeus, Cortefiel y Aldeasa, ha sido opadas en 2005.Esta situación ha provocado que las compras especulativas de numerosos inversores, a la caza de la prima aparejada en futuras adquisiciones, hayan constituido uno de los principales catalizadores de las empresas no incluidas en el Ibex 35. Hasta ocho valores del Índice General de la Bolsa de Madrid (Sniace, Tubos, Urbas, Ercros, Mecalux, OHL, Imbesos y Duro Felguera) han doblado su precio en 2005.