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Electrónica

Los fabricantes de televisores frenan la caída de los precios

La demanda les permitirá esta Navidad mantener el margen por primera vez en años

Nadie en el sector de electrónica de consumo se acuerda de la última vez que aumentó el precio de un televisor. En una industria claramente deflacionista mantener las tarifas se convierte en un éxito. Esta será la tendencia para la próxima campaña de Navidad, donde se concentra alrededor del 40% de las ventas de receptores. Los precios cayeron hasta un 30% el año pasado de forma excepcional, ya que la reducción media anual se sitúa entre un 5% y un 10%. Sin embargo, este final de año se presenta especialmente plácido para los fabricantes, que esperan conservar parte de su rentabilidad manteniendo precios.

Varios factores han contribuido a esta situación. En primer lugar, aparece la fuerte demanda de televisores de pantalla plana (plasma y cristal líquido-LCD), con crecimientos exponenciales en facturación del 150% en lo que va de año, que compensan la caída del 30% de los receptores tradicionales de tubo de rayos catódicos, según datos del sector. Las ventas se triplicarán este año, hasta los 1,1 millones de televisores planos (900.000 LCD y 200.000 de plasma) en España. Sin duda, el próximo mundial de fútbol del año próximo animará las ventas en diciembre, señalaron varios portavoces de empresas del sector. Los precios se sitúan en una gama media de 2.000 a 3.000 euros para receptores de 42 pulgadas.

En segundo lugar, la estratificación del mercado por gamas de productos y prestaciones ha posibilitado una cierta madurez del mercado, reduciendo las guerras de precios de los dos últimos años. Por último, el ajuste existente de la oferta de pantallas puede ser otra de las razones del mantenimiento de los precios, incluso con el riesgo de que algunas marcas se queden sin producto.

Las ventas se triplicarán hasta 1,1 millones de unidades

Productores de pantallas

No todos los productores producen las pantallas, el componente de mayor tecnología de un receptor. De la misma forma que ocurrió durante años con los televisores de tubo, sólo existen tres o cuatro fabricantes de pantallas de plasma, y todos ubicados en Asia. En Japón, Panasonic-Hitachi han adquirido la tecnología de Fujitsu, mientras que en Corea Samsung y LG.

En tecnología LCD el dominio coreano es aún mayor, volviendo a surgir Samsung (vende a Sony) y LG (vende a Philips). La japonesa Sharp mantiene tecnología propia. Todos estos productores de pantallas planas han planteado ampliaciones de producción, aunque algunas no llegarán a tiempo para abastecer la demanda de la campaña navideña, como la nueva planta que Samsung y Sony construyen en Asia.

En este contexto, los fabricantes que quedan en España están superando las crisis de las respectivas sedes centrales por el aumento de la demanda. La primera excepción es el cierre protagonizado este año por Philips y LG de la factoría de Barayo (antigua Miniwatt), especializada en la producción de tubos catódicos de 14 pulgadas, aunque también es una razón más que explica el progresivo avance de las pantallas planas. La segunda excepción es el desmantelamiento de la planta de Samsung en marzo de 2004, que producía teléfonos móviles, pero también los televisores planos. La matriz coreana pidió en su momento una reducción de los costes de producción del 40% para mantener abierto el centro.

Por contra, la factoría de Sony en Viladecavalls (Barcelona) resiste el plan anunciado hace meses por la matriz japonesa de reducir la plantilla a nivel mundial y de cerrar gran parte de las factorías instaladas en el extranjero. La planta barcelonesa ha especializado toda la producción en televisores de pantallas planas, cambiando los sistemas de trabajo y trasladando los receptores de tubos catódicos.

El éxito de la factoría, a pesar de la referida dependencia de las pantallas fabricadas en Asia, se explica porque exporta cerca del 90% de la producción y porque cuenta con un departamento de investigación y desarrollo de producto propio. Igualmente, la fábrica de Sharp en Sant Cugat (Barcelona) ha experimentado el mismo proceso, aumentando la producción. Con todo, siguen las incógnitas a medio plazo sobre el progresivo traspaso de la producción a fabricantes (incluso marquistas) de Europa del Este y Turquía, como paso intermedio para la definitiva ubicación de las factorías en Asia.

El coste del reciclaje añade presión al sector

Las directivas europeas sobre basura eléctrica y equipamiento electrónico aprobadas en agosto pasado se convertirán en un nuevo coste para los productores, que no se atreverán a traspasarlo a los consumidores finales, indicaron fuentes del sector. En este sentido, la Fundación Ecotic, formada por la Administración y empresas del sector, prevé recoger de 25.000 a 28.000 toneladas de productos de electrónica de consumo en España en 2006.Por otra parte, Ecotic ha alcanzado recientemente un acuerdo la sociedad Reciclaje de Aparatos Eléctricos y Electrónicos para realizar un proyecto logístico y de reciclaje en Zaragoza, con una inversión de 3,5 millones de euros.

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