Las correcciones se imponen en toda Europa
Ha sido una semana de toma de beneficios. Los inversores han aprovechado algunos de los datos económicos adversos que se han conocido esta semana para reembolsarse los beneficios obtenidos en las últimas semanas de máximos de las Bolsas. Este comportamiento ha generado descensos en todos los mercados durante la semana, que se ha saldado con caídas superiores al 1% en prácticamente todas las plazas.
Justo es reseñar la subida que los índices experimentaron el viernes, gracias a un dato de inflación mejor de lo esperado en Estados Unidos y al descenso del precio del petróleo motivado por la caída de la demanda de gasolina en aquel país. La bondad de los datos económicos y la entrada en el mercado de los cazagangas obraron la subida de las Bolsas el viernes en Europa. Sin embargo, las subidas no fueron capaces de paliar los descensos acumulados desde el lunes. La ganancia de mayor calado fue para la Bolsa holandesa, y no llegó a sobrepasar el 0,75%.
Las Bolsas europeas han cerrado su peor semana en mes y medio. El Euro Stoxx 50, índice de referencia para la zona euro, ha registrado un descenso acumulado del 0,73% en las últimas cinco sesiones, lo que refleja el mal ambiente que se ha respirado en las plazas domésticas.
El mayor descenso lo ha sufrido la Bolsa londinense, con un 1,63%. Pero el resto de las plazas no le andan a la zaga. El Dax de Fráncfort ha perdido un 0,64%%, menos que el Cac parisino (-1,03%), o el AEX de Amsterdam (-1,09%).
De fondo subyace el temor, creciente, a la inflación. El Banco Central Europeo ha puesto de manifiesto su preocupación por la subida de los precios, y está preparando al mercado para una subida de tipos de interés que podría llegar en los primeros compases del año que viene.
La inflación también ha sido motivo de preocupación en Estados Unidos toda la semana, a la espera de conocer el dato que se hizo público el viernes. Afortunadamente fue mejor de lo esperado, al menos el dato de inflación subyacente, lo cual impulsó los mercados en su apertura. Sin embargo, la Bolsa tuvo que lidiar con un empeoramiento de la confianza del consumidor -que equivale a dos tercios del PIB-, lo que frenó el rebote inicial de Wall Street. Al cierre, sin embargo, se impusieron las compras gracias al recorte del precio del crudo. El West Texas cayó a 62,6 dólares.
El saldo semanal no es tan positivo. A pesar de las buenas perspectivas de beneficio que se manejan para el tercer trimestre, los índices han cerrado con descensos. El S&P 500 pierde un 0,78% en la semana, el Nasdaq, un 1,22% y el Dow Jones cerró en tablas gracias al repunte del 0,69% del viernes.