Un experto augura pocos resultados de la genómica a corto plazo
En opinión de Alfonso Domínguez-Gil Hurlé, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Clínico Universitario de Salamanca, los avances en farmacogenómica tendrán una 'enorme trascendencia' en el trabajo clínico de médicos y farmacéuticos, además de 'grandes beneficios' para los pacientes.
Sin embargo, este experto también considera que, 'como cualquier avance científico de gran trascendencia social que da sus primeros pasos, las expectativas se agigantan y los ciudadanos creen que puede lograrse resultados a corto plazo'. Por eso, apunta que 'todavía existen muchas limitaciones, tanto desde el punto de vista ético como técnico', señala Domínguez-Gil.
Y es que, tal y como dice este experto, que participó en el simposio Farmacogenética: hacia una terapia individualizada, celebrado en el marco del último Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, aplicar la farmacogenómica en la práctica clínica exige el desarrollo de una metodología que está recién implantada. Por ejemplo, para aplicar rutinariamente esta tecnología se hace necesario disponer de biochips, y el primero de ellos que se registró con este objetivo fue en diciembre de 2004, es decir, hace sólo unos meses.
Costes
Otro límite es el coste, puesto que la introducción de estas tecnologías, hoy por hoy, supone un gasto mayor, que se irá reduciendo con el tiempo. Y es que, aunque todavía no existen muchos estudios farmacoeconómicos en este sentido, los pocos que se han realizado hasta la fecha demuestran que la farmacogenética reduce los fracasos terapéuticos y, por lo tanto, su aplicación es coste-efectiva.