Los sindicatos exigen a Zapatero que presente su reforma laboral
Los sindicatos mayoritarios de clase pidieron ayer al Gobierno que ponga por escrito en los próximos días sus propuestas para reformar el mercado de trabajo si quiere salvar el compromiso de diálogo escenificado hace quince meses en Moncloa. Aunque fracase la negociación, los sindicatos admiten que 'no es el momento de la presión'.
Los líderes de los dos sindicatos mayoritarios, José María Fidalgo (Comisiones Obreras) y Cándido Méndez (UGT) dejaron ayer claro que la negociación para reformar el mercado de trabajo está convertida en un diálogo de besugos y que tiene pocas posibilidades de éxito.
Tras cuarenta días en los que sindicatos, patronal y Gobierno se han visto las caras dos veces por semana, la situación está bloqueada, y a juicio de los representantes laborales sólo puede avanzarse y salvarse el pacto si las partes que no lo han hecho, ponen sus ofertas concretas en la mesa. 'El Gobierno está obligado, si quiere cumplir con su compromiso del 8 de julio de 2004, y no quiere desvirtuar su programa electoral, a oponer en la mesa sus propuesta cuanto antes', dijo José María Fidalgo en rueda de Prensa, tras una reunión conjunta de las delegaciones negociadoras de UGT y CC OO.
'No hay conexión entre el proceso de negociación y lo que se comprometido en julio de 2004; el proceso es muy confuso y el pacto es muy complicado; el Gobierno debe precisar ya qué medidas cree que deben tomarse para limitar la temporalidad, elevar la productividad y elevar la cohesión social, que ese esa el compromiso', dijo Cándido Méndez.
Un esfuerzo similar exigen a la patronal, que 'sólo hace las propuestas verbalmente y con sistemático sesgo hacia la desregulación del contrato de trabajo y el abaratamiento del despido, y el Gobierno no debe acompañarle', precisaron Cándido Méndez y José María Fidalgo.
Aunque la exigencia es urgente, no hay calendario para negociar ('tenemos todo el tiempo del mundo'), y 'no renunciamos a la presión, pero estamos en tiempo de negociación; no es el momento de la presión', comentó Fidalgo.
Para los líderes sindicales, debe completarse este acuerdo con una ulterior negociación sobre la protección social y la dependencia, sin olvidar la equiparación de derechos laborales entre hombre y mujer.
Las partes tienen un mes para cerrar el acuerdo
Las negociaciones de la reforma laboral 'no deberían ir más allá del 15 de noviembre', aseguraban ayer fuentes del Ministerio de Trabajo. El Gobierno cree que las conversaciones deben terminar antes de esa fecha para que las medidas que se acuerden tengan reflejo en los Presupuestos Generales del Estado para 2006.Estas mismas fuentes eran optimistas respecto a la posibilidad de alcanzar un acuerdo en el próximo mes. Para ello, los responsables de Trabajo ultiman ya el documento de propuestas que exigen los sindicatos al Ejecutivo, que se lo entregará 'previsiblemente en una semana o diez días', según fuentes del ministerio que dirige Jesús Caldera. No obstante, ninguno de estos plazos es inamovible. De hecho la mayoría de las medidas que saldrán del acuerdo podrán financiarse con decretos y ampliaciones de crédito a los presupuestos.