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CincoSentidos

Convertir un tropiezo profesional en un éxito

Todo el mundo tiene derecho a tener un mal día. Solomon Brothers tuvo uno de los suyos cuando en 1981 tomó la decisión de prescindir de un alto ejecutivo llamado Michael Bloomberg. Un año después de su salida de la compañía, Bloomberg fundó la que con el tiempo se convertiría en la agencia de información financiera más importante del mundo. Actual alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg utilizó aquella abrupta caída para dar un giro a su carrera, crear un imperio que hoy tiene proyección en más de 120 países y terminar convirtiéndose en el regidor de la capital financiera del mundo. No es de extrañar que más de una vez se haya referido a ese tropiezo como uno de los mejores acontecimientos que han marcado su vida.

La historia de Michael Bloomberg puede ser excepcional, pero no es un caso único. Altos ejecutivos como Jamie Dimon, actual presidente de JPMorgan Chase, estrellas mediáticas como el periodista estadounidense Larry King, deportistas como el boxeador Muhammad Ali o artistas como el actor Robert Redford guardan en sus biografías experiencias similares. Harvey Mackay, un autor de bestsellers que pasó por el trance de ser despedido antes de decidirse a iniciar una carrera como escritor, ha reunido todos esos tropiezos profesionales en We Got Fired! And It's the Best Thing That Ever Happened to Us (Fuimos despedidos! Y es lo mejor que nos ha pasado en la vida), un superventas en Estados Unidos, aunque aún no publicado en España. El libro de Mackay demuestra que en ocasiones un buen coscorrón, incluso un coscorrón cuando la carrera va viento en popa, es la mejor terapia para descubrir aptitudes ocultas y oportunidades nuevas. Es, aplicado a la vida profesional, ese viejo principio que asegura que cuando una puerta se cierra, una ventana se abre.

No todos, sin embargo, son capaces de ver esa ventana. Más aún cuando el tropiezo a menudo se produce en la madurez. 'Entre los 40 y los 55 años, determinados ejecutivos son golpeados por lo que los sociólogos denominan la crisis de mitad de carrera', explica el presidente de la consultora Michael Page para España y Portugal, Nicolás Buisson. Buisson es coautor de Los siete secretos de los que nunca están en paro, una obra en la que analiza las opciones que tienen estos profesionales caídos en desgracia. La clave, insiste, es conseguir ver los accidentes de carrera como plataformas de lanzamiento hacia nuevos proyectos. 'Un cambio de orientación dentro de la empresa o un despido no deben ser vistos como una catástrofe, sino como un arsenal de oportunidades'.

Para muchos ejecutivos la salida natural tras el despido es crear su propia empresa

Pero, ¿en qué consiste ese arsenal de ventanas abiertas? Para muchos ejecutivos la salida más natural es fundar una compañía propia. 'Entre las numerosas empresas que se crean cada año, cada vez hay más que pertenecen a ejecutivos que han decidido volar con sus propias alas', recalca el presidente de Michael Page.

No es una iniciativa exenta de riesgos. Las estadísticas señalan que el 17% de las empresas de nueva creación no supera el primer año de existencia, aunque en ocasiones existen fórmulas para minimizar esos riesgos. Una de ellas es optar por el modelo del spin-off o estrategia del enjambre, que consiste en crear una unidad de negocio a la sombra de la empresa de la que ha salido el ejecutivo, en ocasiones como forma de compensación por el despido. 'Más que por la ayuda financiera directa, el padrinazgo es interesante porque tranquiliza a las entidades financieras y permite que la recién nacida se vaya separando de la empresa-madre de manera gradual', afirma Buisson.

En los casos en que esta opción no sea factible, se puede pensar en abrir una franquicia o incluso en retomar una empresa ya existente. Cada año, explica el presidente de Michael Page, desaparecen más de 80.000 empleos por falta de personas que continúen proyectos empresariales. Si se piensa en esta solución, es conveniente comenzar por buscar un negocio del mismo sector en el que el ejecutivo tiene experiencia profesional. Al fin y al cabo, se trata de iniciar un viraje hacia el éxito, no de zambullirse en otro fracaso.

Cuando la opción es una pyme

¿Y qué se puede hacer cuando no se tiene espíritu emprendedor? Muchos expertos en recursos humanos recomiendan a los directivos con experiencia que han sido despedidos intentar recolocarse en pequeñas empresas. Pese a que pueda parecer un cambio de ambiente profesional excesivamente brusco (especialmente para aquellos ejecutivos que provienen de multinacionales), trabajar en una pyme puede ofrecer compensaciones muy gratificantes y difíciles de encontrar en empresas grandes. Una de ellas -quizá, la más importante- es la posibilidad de contar con medios de acción concretos que permitan obtener resultados más tangibles, personales y fáciles de medir. En cualquier caso, los expertos en consultoría coinciden en que, una vez tomada la decisión, la actitud es fundamental. Es importante desterrar cualquier tipo de actitud paternalista o de superioridad y centrar el discurso en acciones y en resultados. También lo es aprender a cultivar las relaciones personales y las diferentes sensibilidades que coexisten en la empresa.

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