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Atentado en Londres. Materias primas.

Fuerzas de mercado superiores al terrorismo

Estoy terriblemente impactado. No creo que hoy sea un día para pensar en el mercado', declaraba ayer a este diario un estratega de petróleo de un banco londinense que, sin embargo, permanecía en su puesto. Muchos operadores, en cambio, sí creyeron que ayer era un día para pensar en el petróleo. De esta forma, el crudo cayó inmediatamente de 60,7 dólares a 55,5 dólares; una caída del 9,3% para luego volver a superar los 59 dólares.

'Ante una situación como ésta hay dos formas de analizar el mercado, desde un punto de vista técnico y desde un punto de vista fundamental', explica Mark Routt, de la consultora Esai. 'Desde un análisis fundamental, la reacción a la baja indica que el sentimiento de los operadores es que el mercado está bien abastecido. Tomando una perspectiva técnica, la caída refleja que los precios estaban demasiado altos y era hora ya de tomar beneficios'.

Al igual que sucedió en el 11-S en Nueva York, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha vuelto a garantizar la fiabilidad del suministro de crudo. El presidente de turno de la OPEP y ministro kuwaití de Energía, Sheikh Al-Sabah, afirmó en una carta dirigida al primer ministro británico, Tony Blair, que 'la OPEP reitera su disposición a trabajar con todos los países productores y consumidores para garantizar que estos actos terroristas no interrumpirán la estabilidad de los mercados mundiales de energía (...). La OPEP está preparada para asumir su responsabilidad y garantizar la seguridad y estabilidad del mercado de petróleo'.

El cartel petrolero controla el 40% de la producción mundial de crudo, el 60% de las reservas y el 100% de la capacidad excedente de petróleo. Eso significa que sólo la OPEP (y más en concreto, Arabia Saudí) tiene la capacidad para colocar en el mercado una cantidad sustancial de petróleo en tiempo inferior a 30 días.

En cualquier caso, tras el latigazo inicial, el petróleo regresó a la senda de 59 dólares, que es un nivel un 89% superior a la media de los últimos cinco años. 'Es que no se ha atacado ninguna instalación petrolera, no hay ninguna fuente de distribución en peligro', destacaba ayer un operador del sector. 'La caída se puede entender como una reacción inicial al miedo que pueda generar en el consumo inicial, pero fue exagerada'. Como el responsable de macroeconomía de BP, Mark Hendstridge, señalaba en Madrid el pasado martes: 'El petróleo es básicamente consumo'. Esa es la diferencia fundamental con las crisis geopolíticas que dominaron la cotización en los años setenta, ochenta y noventa. Los cálculos de BP reflejan que la demanda de crudo aumentó un 3,4% en 2004; esto es la tasa de crecimiento más rápida desde 1978.

En la nueva dinámica que domina el mercado, China juega un papel mayor que las sacudidas terroristas. El gigante asiático aumentó su consumo un 15,8% en 2004, según los datos de BP y representó más del 40% del aumento global de la demanda.

La AIE espera que el consumo de petróleo a escala mundial aumente un 1,8% en el próximo trimestre. De la demanda total, un 14,25% corresponderá a China, casi un 50% más que hace tan sólo tres años.

Al tirón de los consumidores se suman otros problemas, como las tormentas tropicales que arrasan el Golfo de México y que ponen en peligro la distribución de crudo en EE UU, justo en plena de temporada del repunte del consumo con motivo de las vacaciones de verano.

El oro ejerce de valor refugio

Ante la crisis desatada por los ataques terroristas contra el corazón de Londres los inversores acudieron al oro, un valor refugio tradicional en tiempos de crisis. Al conocerse la noticia de las explosiones, la cotización pasó inmediatamente de 424 a 430 dólares por onza.Según avanzaron las horas, el precio se fue moderando. 'El mercado se da cuenta de que los actos terroristas no elevan el precio del oro a largo plazo', explicó un analista a Bloomberg.

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