Los ataques sacuden los mercados
La principal plaza financiera de Europa se vio ayer golpeada por el terror. La cadena de ataques al transporte público londinense, con decenas de víctimas mortales, provocó una sesión de vértigo en los mercados, dominada por las ventas pero, también, por la mejora final. Como ya ocurriese tras el 11 de septiembre de 2001 o el 11 de marzo de 2004, los índices se desplomaron, y el Ibex se dejaba un 4,4% en los peores momentos de la mañana. Pero con el paso de las horas el impacto se mitigó hasta el 1,91% que perdió al cierre el mercado español.
Un descenso notable, pero no el mayor del año. Y, en el caso del Ibex, apenas un 1% superior al que se registraba antes del atentado. El pánico, si lo hubo, fue pasajero, y las Bolsas pueden recuperar hoy parte del terreno perdido si, como suelen hacer, siguen el camino marcado por Wall Street anoche, que cerró con alzas del 0,34% en el Nasdaq y el 0,25% en el S&P 500, animado por el tirón de compañías como 3M (+1,3%), Boeing (1,1%) y McDonalds (+0,9%).
Por otra parte, y aunque los atentados, reivindicados por Al Qaeda, colapsaron el nudo de los mercados europeos, la ruleta bursátil no dejó de rodar. 'Estamos totalmente operativos', señaló un portavoz de la London Stock Exchange. 'Nosotros perdimos a 90 empleados el 11-S, pero a los 60 minutos del impacto del primer avión los sistemas estaban funcionando', explica Ramón Pereira, de la gestora Franklin Templeton. La cámara de compensación y liquidación LCH, por su parte, optó por trasladar su personal y sus sistemas al centro de emergencias, si bien no dejó de prestar servicio.
Los inversores reaccionaron con ventas de Bolsa y compras de activos de calidad, al igual que tras el 11-S y el 11-M
Ataque a las 9.51 hora española
El primer ataque se produjo a las 8.51 hora local, 9.51 hora española, cuando el Ibex ya cotizaba en pérdidas a causa de los máximos en el precio del petróleo y las caídas de Wall Street el día anterior. Las ventas llegaban con cuentagotas, sometidas a la misma lentitud con la que se recibían noticias del Reino Unido. Menos de una hora después se registraba una explosión en un autobús, noticia que fue rebotada de inmediato por todos los teletipos y que despejó cualquier duda. Se trataba de un atentado indiscriminado, coordinado, brutal, y sin previo aviso, que trajo a la memoria de bolsistas y ciudadanos en general el eco del 11-S y el 11-M. A las 12.30 horas el Ibex marcaba mínimo del día justo debajo de los 9.400 puntos, con una caída del 4,4%.
'Lamentablemente el mercado se va acostumbrando a estas cosas. Unos clientes llaman más nerviosos, otros menos, pero en todo caso la reacción fue menos tensa que tras el 11 de marzo', explica Pedro Mirete, director de estrategia y análisis de Ahorro Corporación. Este menor nerviosismo permitió que a partir de ese mínimo el mercado remontase. Pero eso no quiere decir que la sesión de la Bolsa fuese tranquila. De hecho, se registró el segundo mayor volumen de negociación de la historia del mercado continuo, por encima de los 6.000 millones de euros. Tan alta contratación es señal de que hubo fuertes ventas, pero también de que había dinero disponible para aprovechar las caídas para entrar en valores.
La remontada se prolongó durante el resto de la sesión y, de hecho, la apertura de los mercados de Estados Unidos sólo reafirmó la tendencia. Menos del 1% caía el Dow minutos después de sonar la campana. Así, el Ibex terminó la jornada con caída del 1,91%. El mercado de Londres, paradójicamente, fue el menos afectado en el Viejo Continente, y cerró con una caída del 1,36%, inferior a las registradas por el Euro Stoxx 50 (-1,68%), el Dax (-1,85%) y el Cac (-1,39%). Wall Street fue de menos a más y concluyó con todos los índices en positivo.
La mejora de estos indicadores, referentes para los operadores de Bolsa de todo el mundo, supone un buen punto de apoyo de cara a la apertura de sesión de hoy, tal y como destacan los analistas. Siempre y cuando no lleguen nuevas noticias que alteren el escenario.
Junto a las caídas de la Bolsa, centradas en los sectores más afectados por el terrorismo como aerolíneas, turismo o aseguradoras, los inversores huyeron hacia los tradicionales refugios en estos casos. Subieron el oro y el franco suizo, mientras bajaban los tipos de los bonos de alta calidad. Los mercados, obligados a convivir con el terrorismo, tienen ya reacción tipo ante un asesinato masivo.
La mejora de Wall Street suavizará la apertura de hoy. El Nasdaq gana un 0,34%
los mercados de estados unidos apenas notaron ayer que Al Qaeda había atacado Londres. Tras una apertura bajista a medias, con pérdidas inferiores al 1%, el tirón de empresas como IBM, Caterpillar o EBay permitió la remontada del mercado y que Wall Street cerrara con alzas del 0,34% en el Nasdaq, el 0,31% en el Dow y el 0,25% en el S&P 500.
'Lo que dure la reacción de los mercados dependerá de lo que pase próximamente. Si el ataque es aislado la calma debería volver rápidamente, tal y como ocurrió después de los atentados de marzo de 2004 en Madrid', explicaba ayer Goldman Sachs.
Los analistas de Merrill lynch también consideran como un modelo a los ataques contra los trenes en Madrid el 11 de marzo de 2004, y la conclusión es similar. El impacto de mercado de este atentado será pasajero y el macroeconómico inexistente.
Con todo, Merrill matiza que existen diferencias con los ataques de Madrid, principalmente la condición de Londres como centro financiero mundial y la amenaza del grupo que ayer reivindicó el atentado sobre otras capitales europeas.
'Todo depende de las noticias que vayan llegando. En Madrid hubo dos o tres días de incertidumbre, pero después los mercados recuperaron el pulso. Sin más noticias no debería haber más caídas', explica Pedro Mirete, director de análisis y estrategia de Ahorro Corporación. Mirete recuerda que hay el terrorismo supone una prima de riesgo, pero que ésta ya estaba presente en los mercados en la sesión del jueves.