La postura de EE UU dificulta el pacto climático en el G-8
Arranca hoy en Escocia la cumbre del G-8, que reúne a los países más industrializados del mundo, y que condonará entre 40.000 y 50.000 millones de deuda a los 38 países más pobres. La incógnita es la postura de EE UU ante el cambio climático, que dificulta un acuerdo en este tema. También difieren en la ayuda al desarrollo.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush llegará esta noche a Gleneagles (Escocia) para participar en la reunión de los ocho países más industrializados (G-8): Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Rusia.
Se sabe con certeza que Bush, que celebra hoy su 59 cumpleaños, no faltará a la cita pero lo que aún no ha desvelado son las concesiones que Estados Unidos está dispuesto a dar en materia de cambio climático y ayudas contra la pobreza en África, los principales temas de este encuentro y dos de las prioridades de la agenda de la presidencia británica de la UE, que acaba de iniciarse.
De momento, unas declaraciones del presidente estadounidense difundidas por la Casa Blanca aventuran que los avances en ambas materias serán escasos. Bush ha dejado claro que no está dispuesto a suscribir los mandatos de Kioto para reducir la emisión de gases contaminantes, si bien como alternativa ha mostrado su interés por 'la diversificación de fuentes de energía con respecto a los combustibles fósiles', que convierten a EE UU en excesivamente dependiente de Oriente Medio.
Esta postura de EE UU ha llevado al escepticismo francés. Según explicó el portavoz del Elíseo, Jerome Bonnafont, de llegarse a un acuerdo en materia de cambio climático éste sería de 'base mínima común'.
Por lo que se refiere a las ayudas a la pobreza, el objetivo del primer ministro británico, Tony Blair, es conseguir un compromiso del Grupo para destinar el 0,7% del PIB a la ayuda al desarrollo hacia el año 2015.
Parece improbable que Bush acepte. En su descargo argumentará que en su mandato EE UU ha triplicado su ayuda a África y el pasado jueves anunció que esa ayuda se doblará en los próximos cinco años. Las organizaciones humanitarias aseguran que el incremento real ha sido del 56%. Además, Bush recordará a sus 'amigos del G-8 que la ayuda a los países en desarrollo es más que donaciones de los Gobiernos, también son contribuciones privadas' y que EE UU aporta 'miles de millones de dólares anuales'.
La ONU reclama reglas de comercio más justas
Un comercio internacional más justo sería la mejor ayuda para los países en desarrollo. Esto es lo que vienen demandando desde hace años muchos de los países africanos inmersos en la pobreza. Ayer, fue el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, quien hizo suya esta idea e instó a los países que forman el G-8 a ayudar a África, promoviendo reglas más justas de comercio internacional.'La mayoría de los países, si le dan la posibilidad, preferirían tratar de salir de la pobreza más que vivir relegados', dijo Annan. Aunque recibió con agrado el acuerdo del G-8 para extender la asistencia de desarrollo y el alivio de deuda a África, Annan espera que la cumbre en Escocia abriría el camino para el progreso de las negociaciones en la Organización Mundial de Comercio en Doha, para dar a África mayor acceso a los mercados de países ricos.