Los bonos de los países a las puertas de la UE, los más sensibles al resultado
La posibilidad de que Francia rechace la constitución europea el domingo ha añadido una incertidumbre más a la presión a la baja que sufren las rentabilidades de los bonos desde hace unos meses. A la cada vez más lejana posibilidad de un encarecimiento en el precio del dinero en la zona euro y la debilidad económica -factores que llevaron al bono de referencia alemán a mínimos históricos en abril- se han sumado en las últimas semanas, las dudas sobre algunos activos de renta fija privada y la posibilidad de que gane el no en el referéndum francés
Esta opción, que gana puntos según los expertos, ya está descontada por los mercados; por ello, los inversores están acudiendo a los activos con menos riesgo, lo que ha reducido el rendimiento de estos instrumentos. 'Los inversores volverán a refugiarse en los bonos considerados más líquidos, esto es, el alemán, incluso el francés y el español (que ya tiene rating de triple A)', sostiene Antonio Villaroya, de Merrill Lynch. 'Esto incidirá en una reducción de la rentabilidad, al considerarse estos bonos más seguros', añade José Manuel Amor, de AFI.
En el lado opuesto, y teniendo en cuenta que la negativa francesa pondría en tela de juicio el modelo europeo actual y obligaría a implementar reformas estructurales en el seno de la UE, se sitúan los países que se encuentran a las puertas de la unión. De hecho, los analistas mantienen que la deuda de estos países será la más perjudicada en caso de una derrota del sí.
'Es en los bonos de estos emisores donde se podrían centrar los efectos ocasionales de una negativa francesa a la constitución', señalaban desde informe los expertos de Caja Madrid. 'Al menos esta posibilidad se desprende de los movimientos registrados durante los dos últimos meses', añaden. 'Tomando como referencia Croacia y Turquía, las primas de riesgo exigidas a sus emisiones en euros se han incrementado desde 0,4 puntos porcentuales a 0,7 en el primer caso, y desde 1,5 a 2,5 puntos en el segundo', afirman, al tiempo que añaden que las cotizaciones de estos títulos son las que podrían sufrir 'ante el riesgo de que puedan peligrar sus políticas de reformas'.
Con todo, las perspectivas para los próximos meses no son demasiado halagüeñas. 'Si bien no recomendamos infraponderar la renta fija en las carteras, creemos que lograr rendimientos positivos en la deuda pública será complicado. No creemos que los tipos repunten por encima del 3,7% o 3,75%', añade Amor.