Cómo sacar partido a las próximas opas
Algunas compañías suben en Bolsa de forma sistemática cuando se anuncia una oferta. Hay más de 15 valores 'opables', según los analistas
La Bolsa lleva meses en unos rangos bastante estrechos. Lograr una revalorización que supere a la inflación más el bocado de las comisiones cuesta, parafraseando a Wiston Churchill, 'sangre, sudor y lágrimas'. En este contexto los cantos de sirena en forma de opa y las jugosas primas que éstas llevan aparejadas hacen la boca agua a más de un inversor.
Amadeus, Terra, Recoletos, Aldeasa, Cortefiel... El capital riesgo echa sus redes en la Bolsa española. Al despertar del private equity hay que sumar que los grandes grupos industriales cotizados tienen sus balances bastante saneados y ya pueden destinar parte de su caja a crecer de forma no orgánica. Con cada operación el mercado se pregunta, ¿cuál será el siguiente objetivo?
Invertir a la caza de la próxima opa es un ejercicio de especulación no exento de riesgos ya que la deseada noticia puede que no llegue o, si se produce, que sea por un montante inferior al descontado por las acciones. En Inmocaral, por ejemplo, la oferta que Expo-An ha realizado esta semana resultó ser un 21% menor que el precio de mercado y las acciones de la inmobiliaria cayeron con fuerza después de que la CNMV levantara la suspensión aplicada al valor.
Sin embargo, jugarse la carta de una hipotética opa en determinados valores parece ser una apuesta más segura que hacerlo con otros. Eso al menos se desprende de su comportamiento en Bolsa cada vez que hay un nuevo movimiento corporativo. Sin ir más lejos, el pasado 12 de mayo. Ese día el fondo de capital riesgo inglés CVC presentó una oferta valorada en 1.400 millones de euros por Cortefiel. La mayor revalorización de la jornada, como cabía esperar, fue la de la cadena textil, un 16,23%. Sin embargo, otras compañías, en un día en el que el Ibex 35 se apuntó una ganancia de tan sólo el 0,7%, subieron con fuerza. Así, las acciones de NH Hoteles ganaron un 5,8%, Adolfo Domínguez un 5,63%, Logista un 4,21%, Tubos Reunidos un 4% o Gamesa un 3,7%. En todos los casos el volumen de negocio fue muy superior a la media que suelen mover estos valores. El único argumento que encuentran los expertos para justificar los repuntes es que el nombre de estas compañías suena con fuerza para protagonizar la siguiente operación.
Es tal el apetito de opas en el parqué que las sociedades de Bolsa y los bancos de inversión empiezan a incluir en los informes que distribuyen a sus clientes, junto con las recomendaciones por fundamentales, listados con empresas opables. Muchos nombres coinciden en los distintos rankings. Los analistas manejan un elenco de candidatos que oscila entre los 15 y los 20 valores.
¿Qué requisitos debe cumplir una empresa para incluirla como posible candidata a recibir una opa? Víctor Peiró, responsable del departamento de análisis de Caja Madrid Bolsa, establece siete criterios: accionariado disperso y elevado capital flotante; situación financiera cómoda; débil posición en el sector o necesidad de cambio de estrategia para seguir creciendo; cierta capacidad de optimización de costes; activos con valor oculto (inmuebles, redes de distribución, valor de marca); valor estratégico para otra empresa del mismo sector; y que sus gestores o accionistas de referencia se muestren abiertos a la venta ya que las operaciones hostiles son complicadas.
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'Las opas pueden materializarse o no cumpliendo sólo parte de los requisitos. Sin embargo, las operaciones que se han concretado hasta el momento cumplían, en mayor o menor grado, estas características', recuerda Peiró. Entre las candidatas a protagonizar el siguiente movimiento, 'en unos casos con más probabilidades que otros', este experto incluye a Telepizza, Iberia, TPI, Grupo Sos, Ebro Puleva, Viscofán, NH Hoteles, Gamesa, Azkar, Zeltia y Tubacex. 'Hay que tener en cuenta que algunas operaciones de este tipo son apuestas tradicionales del mercado y que pueden tardar años en cristalizar. Basta recordar el caso de Cristalería con Saint Gobain', advierte Peiró.
En el resurgir de la fiebre de opas tiene una influencia decisiva la actitud del capital riesgo. 'Sin embargo, ya no es un capital riesgo limitado como conocíamos. Con las últimas operaciones se han roto moldes. Si antes se pensaba que la capitalización era un límite para estos fondos, la compra de Amadeus, con un valor de mercado superior a los 4.000 millones de euros, cuestiona esta teoría y abre el abanico de posibles candidatos', asegura José Luis Barrera, jefe de estrategia de Banesto Bolsa.
Múltiples opciones
Tres son las características que debe reunir una empresa cotizada para que suscite el interés del capital riesgo, según Natalia Valls, analista de GVC. En primer lugar, tener un bajo endeudamiento financiero. 'El private equity suele utilizar unos significativos niveles de endeudamiento para financiar la compra. En estos casos, la misma empresa objeto de opa sirve para garantizar la deuda y, por lo tanto, es interesante que tenga capacidad'. El segundo requisito es que sea una compañía generadora de flujos de caja positivos o que disponga de activos que se puedan vender: 'A la empresa de capital riesgo le interesa que sean los flujos generados por la compañía adquirida los que cubran el pago de los intereses del endeudamiento'. Por último, deben ser sociedades que tengan una ventaja competitiva sostenible, con productos diferenciados de la competencia o altas barreras de entrada.
'A veces también es un aliciente que en el sector económico al que pertenezcan se prevean futuros movimientos de consolidación y que la propiedad de la sociedad cotizada esté bastante concentrada de tal modo que al lanzar una opa se pueda contar con anterioridad con el consentimiento de la mayoría del capital', agrega Valls.
En función de estos criterios, GVC obtiene una lista de 10 empresas que, por su perfil, podrían ser atractivas para el capital riesgo: Adolfo Domínguez, Inditex, Duro Felguera, Ebro Puleva, Ferrovial, Zardoya Otis, Gamesa, Prisa, Indra y Telecinco. 'Sin embargo, dentro de este grupo deberíamos intentar distinguir aquéllas en las que realmente la propiedad podría mostrarse abierta a una adquisición. Quizás las más susceptibles de entrar en las quinielas serían Adolfo Domínguez, Duro Felguera, Gamesa e Indra', matiza Valls.
Alberto Morillo, del departamento de análisis de Consulnor, también nombra a Adolfo Domínguez, junto con Cementos Portland, NH Hoteles y Telepizza en su listado de valores opables. 'Sobre todos ellos han surgido rumores otras veces, asociándolos a diferentes candidatos. Por ejemplo, de Cementos Portland se ha rumoreado que podría ser comprado por FCC su principal accionista. Pero lo que todos ellos cumplen son las características que se han visto en las últimas opas: valores de pequeña y mediana capitalización, que están dentro de un sector maduro, tienen un accionista de referencia que quiere volver a entrar en la nueva compañía y son fuertes generadores de caja', explica Morillo.
La precisión a la hora de vaticinar los futuros movimientos corporativos escala niveles. Una sociedad de Bolsa, que prefiere mantenerse en el anonimato, ha distribuido esta semana entre sus clientes un extenso cuadro con los valores que, a su juicio, tienen más papeletas para recibir una opa. Estos expertos dividen a las compañías en tres grupos, según sea la probabilidad de que la oferta se concrete: alta, media y baja. En el primer grupo, aquel con más probabilidades, incluyen a Unión Fenosa, cuyos potenciales compradores podrían ser 'Gas Natural, Enel o EDP', Antena 3 (la opa podría venir de Planeta o RTL), Urbis (estos expertos hablan del grupo italiano Caltagirone) y Paternina (opa del equipo gestor o de otra bodega).
El atractivo de las opas, uno de los alicientes clásicos de la renta variable, parece ahora brillar con más fuerza. Las mejoras para el minoritario introducidas hace dos años en el Real Decreto que regula estas operaciones ya quedaron patentes en las sucesivas ofertas que se presentaron por Aldeasa. A diferencia de la norma anterior, que obligaba a las contraopas a mejorar el precio precedente en al menos un 5%, el texto actual habla sólo de que se debe mejorar la oferta 'bien elevando el precio no hay límite bien extendiendo la oferta a un número de valores superior'. Además, si al final del proceso hay más de una oferta se abre la posibilidad de mejorar las condiciones iniciales mediante una subasta a sobre cerrado.
Estos alicientes permitieron que se presentaran tres ofertas por Aldeasa y que una de ellas mejorara de nuevo el precio en la subasta. De la oferta inicial a la última propuesta la oferta mejoró un 26%. El mercado especula ahora que la guerra de contraofertas pueda desatarse de nuevo en el caso de Cortefiel. Las acciones están un 3,6% por encima del precio de la opa de CVC.
Los datos que centran la atención del capital riesgo
Aunque resulta algo engorroso, echar un vistazo a ciertos ratios bursátiles de las compañías proporciona pistas acerca de qué valores podrían suscitar el interés del capital riesgo.'En mi opinión dos son los multiplicadores más importantes para el private equity', asegura Moisés Israel, consejero delegado de Atlas Capital. 'En primer lugar, la capitalización de la compañía opable no debería superar las 10 veces el Ebitda beneficio bruto de explotación previsto. El segundo ratio a tener en cuenta es el que relaciona la deuda financiera con el Ebitda, que debería estar por debajo de las 1,5 veces porque las operaciones del capital riesgo se financian con deuda', añade este experto. La empresa candidata a recibir una oferta debería ser, por tanto, gran generadora de caja para que los nuevos dueños pudieran pagar rápido los préstamos contraídos.A juicio de Israel, 'hay un mínimo de 15 compañías dentro de la Bolsa española que podrían recibir una oferta'.Si se utilizan los datos del consenso del mercado recopilados por JCF Group, una consultora de información financiera, acerca del Ebitda y de la deuda neta prevista para el ejercicio 2005, hay 17 valores (si se excluye a las grandes compañías del mercado que por su capitalización son un bocado inaccesible), de los 117 que cotizan en el Índice General de la Bolsa de Madrid, que cumplen al mismo tiempo el criterio de Ebitda sobre capitalización y el de Deuda en relación al Ebitda.Este selecto grupo estaría compuesto por Acerinox, Alba, Campofrío, Bankinter, Uralita, Viscofán, Prosegur, Cementos Portland, CAF, Azkoyen, Banco Pastor, Telepizza, Adolfo Domínguez, Barón de Ley, Iberpapel, Transportes Azkar y Mecalux.
Los valores pequeños siguen disparados
Todo el mundo estaba de acuerdo: tras dos años batiendo con holgura a los blue chips, los valores de mediana y pequeña capitalización perderían fuelle en 2005 y, en el mejor de los casos, tendrían un comportamiento similar a los pesos pesados del mercado. Aparte del calentón, otro argumento que manejaban los expertos es que los small caps suelen hacerlo mejor al principio del ciclo económico y ésta fase ya se había superado.Las previsiones, de momento, han fallado. Las compañías de menor tamaño siguen haciéndolo mejor gracias sobre todo al resurgir de las opas. El capital riesgo, aunque ha aumentado su poder adquisitivo, sigue prefiriendo este tipo de valores. Mientras el Ibex 35, el principal indicador de la Bolsa española, sube sólo un 3,17% desde enero, el Ibex Complementario, un indicador que incluye a todas aquellas compañías que no cotizan en el selectivo, se revaloriza un 18,86% y está en zona de máximos históricos.Si se analiza el ranking de mayores revalorizaciones en aquellas sesiones en las que se ha comunicado a la CNMV una oferta de adquisición (Amadeus, las tres opas sobre Aldeasa, Recoletos y Cortefiel) se observa que muchas compañías medianas están siempre entre las mayores subidas.Un claro ejemplo es Logista. El día de la opa sobre Amadeus subió un 3%, cuando el equipo gestor presentó su oferta sobre Recoletos ganó un 5,49%, en la primera opa sobre Aldeasa se apuntó un 4% mientras que en la operación del fondo inglés CVC sobre Cortefiel su revalorización fue del 4,2%.