La telefonía móvil virtual triunfa en (casi) toda Europa
Los detractores amenazan con la quiebra del sistema establecido, crisis de inversiones de los operadores tradicionales y multitud de parásitos que no son productivos porque sólo alientan la guerra de precios en los nichos de mercado más rentables y no en las zonas donde es más necesario el servicio. Los defensores apelan a la ruptura de los oligopolios que crea la telefonía móvil, con un beneficio claro para los usuarios, pero también para las compañías con red y frecuencias radioeléctricas, porque su espacio nunca estará vacío y se rentabilizará en todo momento.
Sea como fuere, los operadores móviles virtuales no dejan indiferente a nadie y siempre llegan precedidos de polémica. Pero la realidad es que hace mucho tiempo que están asentados en Europa, donde se consideran uno más del mercado, con capacidad para hacer ofertas y bajar precios. Los países que no los tienen se cuentan con los dedos de la mano.
En estos momentos, hay más de cien operadores móviles virtuales en el Viejo Continente. Y ninguno de ellos está en España. La península Ibérica, incluyendo a la vecina Portugal, e Italia forman el pequeño oasis europeo donde compañías como Tele2, Virgin o Debitel tienen el terreno vedado.
El Viejo Continente suma más de cien operadores celulares sin red propia
'Tres operadores para un mercado tan grande convierte a España en un caso singular en Europa, casi único. Claramente, es un negocio muy lucrativo para Telefónica Móviles, Vodafone y Amena y ninguno de ellos quiere quedarse sin este oligopolio tan rentable, lo que ha supuesto una barrera de entrada para los operadores móviles virtuales', explica una fuente del sector que prefiere no ser identificada porque ahora el Gobierno ha abierto un camino de esperanza para que España acepte el móvil virtual y no quiere arriesgarlo con polémicas.
Y es que el Ejecutivo ha puesto al móvil virtual al frente de la actualidad, con la encomienda a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones de que estudie esta figura y determine por qué no se ha introducido en España, a pesar de que hay una orden ministerial que la regula desde 2002, y si sería bueno para la competencia. Esta posición ha hecho renacer la esperanza de los que confían en ser algún día operadores virtuales y el temor de las tres compañías con licencia. Pero el Gobierno no se ha decantado todavía. Antes quiere un estudio en profundidad.
Pero, ¿qué hace exactamente un operador móvil virtual y por qué despierta tanta polémica? Lo primero que hay que saber es que son virtuales porque no tienen red, pero son operadores celulares porque llegan a acuerdos con las empresas que sí tienen infraestructuras para comprarles capacidad y revenderla de forma más o menos elaborada. Bajo este paraguas tan general cabe toda una gradación de tipologías, desde los más sencillos revendedores que no dan más servicios que el operador al que le compran los minutos, hasta los más elaborados, con marca propia y productos diferenciados.
También es importante resaltar que, a diferencia de la telefonía fija, si no tienen red no es porque no quieran invertir en ella lo necesario, sino porque el espectro celular es un bien escaso y está repartido en pocas compañías.
Por eso se plantea esta forma de compartirlo, que abre el abanico, pero siempre sobre la base de que el operador establecido ha tenido que hacer cuantiosas inversiones para desplegar su red y llegar a coberturas casi nacionales, así que la entrada de los móviles virtuales no debe poner en peligro los proyectos desarrollados. Ahí está la clave de las dudas actuales del Gobierno español, y de los europeos que decidieron antes que él.