La inversión neta extranjera en España cae un 47% en sólo un año
La inversión extranjera neta en España cayó en 2004 un 47,1%, por cuarto año consecutivo. En cambio, los flujos españoles hacia el exterior aumentaron un 71,3%, concentrados en banca y telecomunicaciones.
España afianza su posición como exportadora neta de capitales, no sólo por el aumento de las inversiones españolas en el extranjero sino por la caída de las inversiones del exterior. En 2004 el flujo neto inversor hacia España ascendió a 7.187 millones de euros, lo que supuso una fuerte caída del 47,11%, según los datos hechos públicos ayer por la Secretaría de Estado de Comercio. Se trata del cuarto año consecutivo en el que se registra una caída inversora hacia España.
Desde el Gobierno, se intenta restar importancia a este asunto, argumentando que la situación 'es similar a la del resto de países de la zona euro', área en la que la inversión exterior neta cayó también un 47,2% en 2004, según las mismas fuentes.
Alemania, Francia y Bélgica se llevaron la palma, en un momento en el que el ahorro productivo parece huir hacia otros mercados emergentes como el asiático, en donde es más fácil que se cosechen crecimientos económicos importantes, como ha ocurrido en los últimos años.
El factor fundamental que explica la caída del flujo neto inversor hacia España en 2004 se encuentra en las desinversiones hechas a través de venta de participaciones en empresas españolas adquiridas en ejercicios anteriores. Concretamente, el 77% de la caída se debe a este factor. Las ventas se produjeron, sobre todo, a través de la Bolsa, a inversores nacionales.
El flujo de fondos que llegó el año pasado a España se canalizó sobre todo entre las llamadas entidades de tenencia de valores extranjeros (ETVE), con un régimen económico-fiscal favorable. Excluidas estas ETVE, la inversión exterior apenas alcanzó los 582 millones de euros, con una fortísima caída, del 89,8%.
Los sectores que más captaron inversiones del exterior fueron los de fabricación de cemento (18,9% del total), comercio al por menor, el financiero (seguros no vida), la producción de energía eléctrica y la promoción inmobiliaria, ésta última, en continua expansión. El reparto territorial de la inversión extranjera supone un claro predominio de tres comunidades autónomas que absorben las mayoría de los fondos. A la cabeza se sitúa, una vez más, Madrid (40,2% del total), la Comunidad Valenciana (20,48%) y Cataluña (14%), en donde están radicadas la mayoría de los centros de producción de las grandes multinacionales. El origen de la inversión extranjera a España no ha variado sensiblemente en el último año. La mayoría procede de países desarrollados de la OCDE (76,2%). Dentro de este área la Unión Europea representa el 55,9% del total, una prueba más de la fuerte conexión con los socios comunitarios, que supera las meros intercambios comerciales.
Los principales países de origen último de la inversión extranjera a España fueron, por este orden, Reino Unido (18,1%), México (17,7%), EE UU (17%), Francia (11,2%), Portugal (9,48%) y Holanda 5,35%). En casi todos ellos se registró una caída de los flujos a España siguiendo la tónica general. Veremos qué pasa este año. La última previsión de los organismos internacionales (Unctad), apunta a una suave recuperación de las inversiones internacionales a lo largo de 2005, 'siempre que los riesgos existentes en la economía internacional no empeoren las perspectivas de crecimiento económico en los países desarrollados', según reconoce el Ministerio de Industria.
Mientras tanto, desde el Ejecutivo se resalta que 2004 ha sido, al menos, un buen año en inversión española hacia el exterior, aumentando un 71,3% hasta los 42.431 millones de euros. Ello ha permitido que España cumpla su noveno año consecutivo (desde 1996) como exportador neto de capitales.
España alcanza su noveno año consecutivo como exportador neto de capitales