Qwest estudia eludir al consejo de MCI y proponer la compra a sus accionistas
La telefónica Qwest no está dispuesta a retroceder ante negativas. Después de que el martes el consejo de MCI rechazara por tercera vez su oferta de compra y favoreciera la hecha por Verizon, Qwest estudia presentar su propuesta directamente a los accionistas de la operadora. Algunos de ellos están a favor de su oferta.
La batalla entre Qwest y Verizon por hacerse con la operadora de larga distancia MCI (heredera del colapso de Worldcom) podría no haber acabado el martes. Ese día, algunos miembros del consejo de MCI pidieron a Richard Notabaert, consejero delegado de Qwest, que elevara el precio de su oferta de los actuales 27,50 dólares por acción a 30. Notabaert se negó y MCI decretó por tercera vez que la oferta de esta empresa, de 8.940 millones de dólares, no era superior a la de 7.510 millones hecha por Verizon por lo que daban por cerradas las negociaciones con Qwest.
El cálculo es más cuantitativo que cualitativo porque el consejo de MCI y su presidente, Michael Capellas, valoran sobre todo la estabilidad y la solvencia de la compradora por lo que pese a la disparidad de las cifras prefieren que sea Verizon, la primera operadora del país la que compre, y no Qwest, una de las más pequeñas y con más problemas. El 20% de diferencia en el precio no pesa tanto para este órgano decisorio.
Pero no todos los accionistas de MCI comparten este punto de vista y en Qwest lo saben. Su director financiero, Oren Shaffer manifestaba el miércoles que 'claramente hay mucho enfado entre los accionistas'.
Por ello la compañía de Denver valora agotar todas sus opciones y lanzar la oferta a la consideración de estos directamente, según fuentes que prefieren mantener el anonimato para, sin embargo, hacer pública que se valora esta posibilidad. El propio Shaffer lo daba a entender el miércoles al decir que su empresa 'no quería perder oportunidades'.
Qwest ha pedido ya a MCI el listado de sus accionistas y ha contratado a una consultora (Altman Group) especializada en conseguir la organización de los accionistas y su apoyo.
Una de las opciones tras convertir esta opa en hostil es ayudar a los accionistas que se oponen a la venta a Verizon para que se unan y nombren algún consejero que bloquee esta operación. Qwest, puede aprovechar que según los estatutos de MCI una mayoría de accionistas puede forzar a los consejeros a tomar algunas decisiones en su nombre o solicitar una junta extraordinaria en la que el consejo pueda ser renovado.
La operadora que dirige Notabaert podría contar con el respaldo de cuatro tenedores de títulos que controlan el 12% del capital y que creen que la oferta de Verizon no debe ser aceptada . Uno de ellos, Leon Cooperman, consejero delegado de Omega Advisors, que controla el 2,9%, ha dicho a la agencia Bloomberg que quien pague 'el mejor precio por MCI debe hacerse con la empresa' y ha afirmado que está dispuesto a dar su apoyo a Qwest si se mantiene en la lucha. Algunos analistas creen que esta oposición tiene objetivo elevar la presión sobre Verizon para que ésta suba el precio de su oferta. Incluso el mayor accionista de MCI, Carlos Slim, ha dicho reiteradamente que la oferta de Verizon es poco atractiva y demasiado baja.
Ante la continua batalla que presenta Qwest y las dudas de muchos de los accionistas, Verizon también ha contratado a una consultora para tratar de aglutinar a los dueños de la empresa a su favor. Slim está siendo especialmente cortejado para tratar de llevarle a su campo. Verizon además está preparando una solicitud ante la SEC para que los accionistas voten cuanto antes, incluso la próxima semana, su propuesta y dejar fuera de juego la recomposición de la estrategia de la operadora de Denver.
Un 20% de diferencia
La oferta de Verizon es un 20% menor que la de Qwest. No obstante el consejo de MCI pidió a Qwest que la subiera para compensar la que ellos perciben como una mejor oferta total por parte de la primera operadora del país. Verizon, de momento no sube precio.
Batalla obligatoria desde Denver
MCI es una compañía muy atractiva. Es la segunda operadora de larga distancia de EE UU, por detrás de AT&T, tiene fuertes clientes corporativos y una buena parte de las agencias gubernamentales y las oficinas del Estado. Por otro lado, su balance está muy saneado tras haber pasado por una suspensión de pagos a la que tuvo que llegar tras protagonizar el mayor fraude de la historia del país. Entonces se llamaba Worldcom.Para Qwest, una empresa con sede en Denver (Colorado), la compra de esta operadora es casi obligatoria. Esta operadora local, con presencia en 14 estados del Midwest (donde la rentabilidad es mucho menor por factores demográficos y económicos) está perdiendo terreno mientras las grandes del sector se fusionan y crece la competencia a las telefónicas por parte de las empresas de cable.Adicionalmente la empresa dirigida por Richard Notabaert ha tenido problemas con sus cuentas que ha tenido que solventar ante las autoridades lo que ha llevado a la empresa a una precaria situación. Con una deuda de 17.000 millones de dólares, la última subida del precio de su oferta por MCI ha sido todo un esfuerzo.Al medirse con el gigante Verizon, las debilidades de Qwest han ganado protagonismo por eso, muchos clientes de MCI y vendedores apoyan al consejo y esperan que Verizon salga ganadora.