Francia quiere una biblioteca virtual alternativa a la de Google
Los extranjeros suelen sorprenderse ante las carteleras de cine francesas por la abundancia de títulos nacionales. La preocupación con la que la distribución de cine y de televisión franceses protegen las obras nacionales de la hegemonía cultural anglosajona no pasa inadvertida a nadie.
Ahora, la tradicional batalla de Francia para proteger su patrimonio cultural ha encontrado un nuevo desafío con internet. Las posibilidades sin fin que ofrece la red abren un nuevo campo de batalla, más allá de la estrategia de defensa de obras audiovisuales, que hoy se traduce en cuotas de distribución de obras francesas en cine y en televisión.
La iniciativa del gigante americano Google, primer motor de búsqueda por internet, de crear una biblioteca virtual mundial a partir de fondos documentales de las más prestigiosas bibliotecas americanas e inglesas ha despertado en Francia la necesidad de abandonar la actitud de defensa y pasar al ataque.
La Biblioteca Nacional de Francia cuenta por el momento con 80.000 obras en línea y 70.000 imágenes
El presidente Jacques Chirac quiere convencer a sus socios europeos de la necesidad urgente de proteger, esta vez sí, la identidad europea. La idea consiste en crear, a imagen del proyecto americano, que pretende digitalizar hasta 15 millones de libros para ofrecerlos en la red de forma gratuita, una biblioteca virtual a partir del intercambio de obras literarias de las 'grandes bibliotecas europeas'. El reto es de envergadura, dada la omnipresencia de Google, que hoy absorbe el 75% de la información que circula por internet y que piensa asumir la factura del proyecto, e invertir hasta 200 millones de dólares.
La empresa americana, que cotiza en la Bolsa de Nueva York desde el año pasado, contará con la totalidad de las colecciones de las universidades de Stanford y de Michigan, un total de ocho y siete millones de libros, respectivamente, y con una prestigiosa selección de obras del siglo XIX de la Universidad de Oxford. A ello se sumarán las aportaciones de la Biblioteca Pública de Nueva York y de la histórica Harvard. 'En total, la vertiginosa cifra de 4.500 millones de páginas ', según Jean-Noël Jeanneney, presidente de la Biblioteca Nacional de Francia, quien la semana pasada puso su experiencia a disposición de Chirac para lanzar el proyecto. Jeanneney, ferviente defensor del patrimonio cultural europeo, augura que 'de no reaccionar rápido' al desafío de Google se corre el 'riesgo de una dominación aplastante de América en la idea que las generaciones futuras se harán del mundo', como manifestó en la prensa francesa en enero pasado. La Biblioteca Nacional de Francia cuenta por el momento con 80.000 obras en línea y 70.000 imágenes, un comienzo.
El ministro de Cultura francés, Renaud Donnedieu de Vabres, recibirá el próximo 1 de abril a expertos representantes de varios países europeos que participan en el proyecto de digitalización del patrimonio cultural del Viejo Continente con el fin de proponer en breve un proyecto a escala europea, que por el momento sólo cuenta con subvenciones estatales de cada país, muy lejos del peso económico del gigante americano. En la batalla por no desaparecer del mapa cultural mundial no se escatimarán esfuerzos, incluida la colaboración, por qué no, de Microsoft, otro gigante, esta vez competencia de Google.