A finales de 2004, el tribunal europeo que tramita el recurso de Microsoft a las sanciones impuestas por la UE por abuso de posición dominante denegó la suspensión de la ejecución de las sanciones, como había solicitado la compañía.
El juez estimó entonces que no aplicar las sanciones en tanto no haya una decisión definitiva, una sentencia firme, beneficiaría al gigante del software, que podría seguir ganado mercado entre los usuarios de reproductores multimedia gracias a su integración en el sistema operativo Windows. æpermil;sta es la que la UE consideró ilegal y el motivo por el que se sancionó a Microsoft.
La empresa asegura que está "absolutamente comprometida con el cumplimiento de la decisión de Bruselas", ha declarado Dirk Delmaratino, portavoz de Microsoft. Pero a la Comisión Europea no parecen bastarle las buenas intenciones de la compañía -a la que ya ha amenazado con una multa del 5% de su beneficio medio diario si no cumple adecuadamente con las sanciones impuestas- y pedirá en los próximos días su opinión a competidores y consumidores.