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Infraestructuras

Más peajes y menos impuestos para las infraestructuras

El Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) contempla una inversión de más de 240.000 millones de euros hasta 2020. Sobre cómo se financiará, el Ministerio de Fomento apunta que es hora de avanzar más hacia el peaje o el pago que realizan los usuarios, en detrimento del presupuesto, que se nutre de los impuestos.

El PEIT acaba de iniciar su andadura con la reciente celebración de la conferencia sectorial el pasado día 13, en la que se hizo entrega del documento a todas las comunidades autónomas, y, sin embargo, ya se ha visto envuelto en la polémica por las críticas que le han dedicado desde la oposición y agentes del sector privado.

La principal queja que esgrimen unos y otros es que no se ha explicado cómo se va a financiar tal volumen de inversión. De hecho, los más escépticos recuerdan a los responsables de Fomento que con la más que probable merma de fondos europeos que se producirá a partir de 2007 y el mantenimiento de la estabilidad presupuestaria como objetivo primordial de la política económica, 'las cifras no cuadran, si la aportación del capital privado es sólo del 20% anunciado', asegura el consejero delegado de una importante empresa de construcción de infraestructuras.

Desde el Ministerio se asegura que la financiación es precisamente uno de los capítulos cuyo consenso con los grupos políticos y administraciones es prioritario. Y aunque las fuentes consultadas apelan a ese diálogo para que de él surjan las fórmulas concretas de financiación que costearán cada proyecto, Fomento lo tiene claro.

El documento plantea revisar la fiscalidad del transporte

'Es necesaria una introducción progresiva de los principios de tarificación (pago por uso) basados en el uso efectivo de las infraestructuras, o en la calidad del servicio ofrecida, entre otros', sostiene el PEIT.

Así, Fomento prevé desarrollar una 'Ley Marco de Financiación del Sistema de Transporte que favorezca la estabilidad y eficiencia en las inversiones y la transparencia en la formación de los precios del transporte'. Esta nueva norma se fijaría como objetivo 'distribuir de manera equitativa entre los usuarios y el conjunto de la sociedad los costes por el uso de las infraestructuras, mejorando la posición de los agentes más débiles y garantizando la competencia leal entre modos y operadores'.

El PEIT va más lejos al asegurar que 'posiblemente llegar a un sistema en el que el usuario del transporte pague todos los costes asociados al mismo necesitará un periodo prolongado de transición, pero conviene marcar lo antes posible la línea a seguir en los próximos años'. Fomento recuerda que la Unión Europea apunta al 'pago por parte del usuario' como el 'instrumento económico fundamental para la regulación de la demanda de transporte y para que los recursos necesarios no supongan una carga inabordable para los presupuestos públicos'. No olvida tampoco el PEIT que cualquier escenario de financiación de infraestructuras no puede descuidar el creciente gasto que requiere su conservación, lo que debe llevar a 'una reorganización del modelo de gestión de los nuevos equipamientos', para lo que el departamento de Magdalena Álvarez está diseñando la futura Agencia Estatal de Carreteras.

El Gobierno confía de este modo en que además de las fórmulas de colaboración con el capital privado tradicionales (amparadas por el modelo concesional), se evolucione hacia soluciones más sofisticadas o mixtas, como las que ya contempla la ley de concesiones o las que están poniendo en marcha distintas administraciones, como el Ayuntamiento de Madrid, con la creación de entidades con capital público y privado.

Al tiempo, el Ejecutivo anuncia una revisión de la fiscalidad del transporte y advierte que la tendencia es, como en el céntimo sanitario, destinar parte de los impuestos ligados al sector al pago de sus infraestructuras.

Algunos ejemplos en Europa para copiar

El extenso documento elaborado por el Ministerio de Fomento recuerda que en la actualidad para financiar algunos proyectos, en los principales países de Europa se está acudiendo cada vez más a esquemas de financiación que acaban repercutiendo 'total o parcialmente en el usuario'.En Suiza, Alemania o Austria se ha acudido a la denominada 'viñeta'. De manera similar al peaje puro que se conoce en España, con este nuevo sistema, el usuario de cierta clase de vehículos debe comprar el título que da derecho de acceso a la red.Si los ingresos que se obtienen por este concepto van a parar al erario público, debe ser considerado como una fuente de financiación presupuestaria, pero si éstos son gestionados por una entidad pública, se trataría de un ente con capacidad de autofinanciación y, por lo tanto, una fórmula de pago extrapresupuestaria. En el caso de Austria, los ingresos por este concepto se van a destinar a la construcción de un corredor ferroviario.Suiza, por su parte, costea su red de infraestructuras con el canon que pagan los camiones que atraviesan su territorio, con parte de lo recaudado con el impuesto de hidrocarburos y con un incremento general decretado en el IVA. España, por el momento, ha rechazado emular a Alemania y su peaje a los camiones de gran tonelaje, pero sí representa un caso singular en Europa porque aquí conviven las vías libres de pago (financiadas con cargo al presupuesto) con las autopistas de peaje. Precisamente, el sector privado acusa a los gobiernos de los últimos 20 años de no haber apostado con firmeza por un modelo de financiación y gestión de las grandes obras de infraestructura.

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