El disco duro mata al vídeo
El vídeo ha muerto definitivamente. Y, contra todo pronóstico, el sustituto de la cinta VHS no es el simple DVD grabable. A partir de ahora, grabaremos los partidos de fútbol, el capítulo de Aquí no hay quien viva o la película de la semana en discos duros informáticos. Unos discos duros que han salido del ordenador para integrarse en el televisor, el sintonizador de televisión digital o en el grabador DVD de salón. Y éste último, precisamente, será el equipo que acompañará al televisor delgado en los salones del siglo XXI.
La realidad es que, en cualquier comparativa, el DVD grabador con disco duro de salón gana por goleada a sus competidores a la hora de grabar de la 'tele'.
Por ejemplo, frente al vídeo tradicional, es decir, frente al VHS, el grabador DVD con disco duro ofrece mucha más calidad de imagen y sonido. Además, programarlo es pan comido. Una misión imposible con el vídeo de cinta.
Por otra parte, en este tipo de equipos DVD todo es instantáneo. Basta pulsar una tecla del mando a distancia para empezar a grabar el partido de fútbol, la película o cualquier programa de televisión. Y lo mejor es que no hace falta buscar corriendo una cinta o un DVD virgen.
Estos equipos nos permiten grabar desde 30 hasta cientos de horas sin pestañear. La clave es que usan el disco duro interno como almacén. Y este último, es el punto fundamental que diferencia a los simples grabadores DVD de salón de los que llevan un disco duro en su interior.
Otra de las cualidades más apreciadas en estos nuevos equipos es que, mientras grabamos un programa, podemos verlo, hacer pausa, avanzar rápido o rebobinar.
Esta peculiaridad aparentemente trivial y extraña puede resultar muy útil desde el primer día. Imaginemos que cuando estamos viendo un partido de fútbol o una película nos interrumpe una llamada importante, surge un problema o, simplemente, queremos cenar.
Con un DVD grabador con disco duro, no nos perdemos nada. Sólo hay que pulsar la tecla de grabación y, justo después, pausar la imagen. Una vez resuelto el tema intempestivo de turno, podemos retomar la película o el partido de fútbol en el mismo punto que hicimos la pausa. Y todo mientras el equipo sigue grabando el programa en su disco duro.
Moviola en directo
Tampoco tendríamos que esperar a que termine para empezar a verlo desde el principio. Además, este sistema nos permite parar y rebobinar en cualquier momento si nos hemos perdido una secuencia de la película o un penalti dudoso. Es como tener la 'moviola' en directo.
Otra utilidad de reproducir mientras grabamos es que, si vemos una película con cierto retraso, podemos saltarnos los interminables bloques publicitarios.
Aunque estas grabadoras llevan varios años en el mercado, hasta hace poco costaban más de mil euros. Demasiado para popularizarse. En estas fechas empiezan a lanzarse modelos asiáticos por debajo de los 600 euros y equipos de marca reconocida entre los 600 y los 800 euros. Unos precios que empiezan a interesar a muchos aficionados y que parecen empujar al vídeo, definitivamente, a las páginas de los libros de historia