Bruselas propone una reducción de la captura de anchoa del 9% frente al 85% anterior
La delegación del Ministerio de Agricultura y Pesca español que ha viajado hoy a Bruselas se ha encontrado con un regalo inesperado. Sin apenas conversaciones, los negociadores españoles se han encontrado sobre la mesa una propuesta en materia pesquera muy favorable a España ya preparada por la presidencia de turno (holandesa), y por el comisario de pesca, Joe Borg.
La propuesta conjunta de ambas instituciones contiene, fundamentalmente, una reducción del máximo de capturas por la flota española en el golfo de Vizcaya, en el océano Atlántico, a 30.000 toneladas de anchoa.
Una buena cifra si se tiene en cuenta que el borrador inicial con el que esperaban encontrarse los negociadores incluía una caída en el máximo autorizado del 85% de las 33.000 toneladas capturadas el pasado año, o lo que es lo mismo, sólo 5.000 toneladas para 2005 frente a las costas cantábricas.
La reducción se queda así en menos del 10%, aunque con la exigencia de un plan de gestión para esta especie, con un número de ejemplares muy mermado, y sobre cuya supervivencia discutían los defensores y detractores de restringir al máximo las capturas para salvaguardar este recurso pesquero.
Otras ¢alegrías¢ para el equipo de la ministra del ramo, Elena Espinosa, han sido la desaparición de una zona de veda para la cigala en las costas cántabras (que se restringe ahora sólo al litoral portugués), aunque se mantiene para Asturias y las Rías Bajas gallegas, y la prolongación de las mismas condiciones para la pesca de merluza.