General Motors prevé ahorrar más con su plan de ajuste
El plan de ahorro de unos 500 millones de euros anuales previsto para el fabricante alemán Opel no bastará y deberá ser de más alcance, según aseguró ayer Carl-Peter Forster, presidente de General Motors Europa. 'Tenemos que encontrar más economías de escala', aseguró el directivo.
Foster manifestó que la casa matriz de Opel en Detroit quiere mantener todos los centros de producción existentes en Europa y citó como ejemplo de competitividad en estos momentos la planta que Opel mantiene en Eisenach, una ciudad de la antigua República Democrática de Alemania.
La dirección del mayor fabricante mundial de coches tenía previsto ayer decidir el plan de ajuste para las marcas europeas encuadradas en la división General Motors Europe. Fuentes cercanas aseguraron que finalmente serán entre 6.000 y 7.500 trabajadores, de un total de 32.000, los que sean trasladados a agencias de colocación. Otros 2.500, hasta llegar a 10.000 empleos, serán prejubilados. El resto de la plantilla mantendrá su empleo si acepta cobrar menos. Su renuncia a un 15% del salario garantizaría sus puestos de trabajo hasta el 2010. Foster se mostró pesimista acerca de las posibilidades de que se produzca una 'gran mejoría' en el mercado europeo el próximo año. El directivo, antiguo jefe de la marca Opel, aseguró que el mercado en el viejo continente está aquejado de problemas como la caída de precios, la sobrecapacidad y la creciente competencia.
Foster también adelantó una 'masiva' ofensiva de modelos, con cuatro nuevos vehículos en 2005 y 50 modelos en los próximos años, con los que pretende recuperar la cuota de mercado que ha perdido en la última década.