Preparados para jugar en la nueva Europa
Jugar en la Liga de Campeones es privilegio de unos pocos. Y para ello hay que entrenarse. Lo mismo ocurre en el mundo empresarial, que ahora debe dirigir, por muchos escalofríos que entren, según los expertos, la mirada a la nueva Europa. La incorporación de nuevos países a la Unión Europea (UE) debe ser la solución y no el problema.
Jugar en la Liga de Campeones es privilegio de unos pocos. Y para ello hay que entrenarse. Lo mismo ocurre en el mundo empresarial, que ahora debe dirigir, por muchos escalofríos que entren, según los expertos, la mirada a la nueva Europa. La incorporación de nuevos países a la Unión Europea (UE) debe ser la solución y no el problema.
Los directivos deben ver una oportunidad y no una cortapisa para emprender negocios. Para evitar descalabros, es necesario disponer de una de las reglas de oro de la gestión empresarial: tener definidos los objetivos, 'saber qué se quiere, pero sobre todo saber qué no se quiere ser'. Esta idea la desarrolló en la clausura del III Congreso de Directivos, organizado en Valencia por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), el consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany: 'Las empresas que se mueven en una economía global deben tener definidos e interiorizados los principios básicos de su actuación'. En definitiva, saber dónde se quiere ir. Para ello, continuó, es necesario 'conocer las reglas, aprender a jugar y estar permanentemente en forma'.
Humildad es algo que reclamó el presidente de Aguas de Valencia y del Grupo Boluda, Vicente Boluda, quien afirmó que 'si se quiere triunfar no hay que mirar a nadie por encima del hombro'. Por tanto, ninguno de los países recién incorporados a la UE debe ser menospreciado. También recomendó, por experiencia propia, a todo aquel que quiera iniciar un proyecto empresarial a nivel internacional confiar en el talento y en la capacidad de los profesionales locales, 'con el fin de que sean independientes y no tengan que depender de la matriz'.
'Hay que apostar por la sabiduría de las multitudes', afirmó Manuel Conthe
El idioma es una de las barreras iniciales que puede frenar la expansión internacional de las empresas a los nuevos países de la UE. Lo sabe el vicepresidente ejecutivo de ACS, Antonio García Ferrer, quien manifestó que el sector de la construcción y debido, entre otros, al desconocimiento de otras lenguas europeas, no ha invertido demasiado en Europa. Contó que, por este problema, ACS ha trasladado a ingenieros y a titulados de estos países a España para que aprendan español y se empapen de la cultura empresarial.
Nadie debe temer los cambios. Y de ello habló en el Congreso Directivos el presidente de Repsol YPF, Antoni Brufau, en una intervención cerrada a los medios de comunicación. Para ilustrar el mensaje de confianza que quiso transmitir se remontó a los distintos cambios que han acompañado su carrera profesional y, en general, la de la mayoría de los ejecutivos españoles. Llegó a la conclusión de que es necesario aprovechar los nuevos canales que existen para hacer negocio y de que con la globalización se corre el riesgo de 'tener grandes enemigos, pero también grandes oportunidades'.
Una de las claves del éxito, en opinión de Brufau, es tener al colectivo de profesionales motivado, ya que de esta manera se adaptará más fácilmente al cambio. 'El talento de una empresa es del último al primero'. Y añadió que otro ingrediente que no se debe despreciar es, además de la relación con el cliente, el talante innovador. Pero sobre todo no temerle al cambio. 'Al gestionar una empresa te puedes equivocar hoy mucho más que hace 15 años. La sociedad nos demanda éxito, pero no sólo es ganar dinero', afirmó el presidente de la petrolera, quien aconsejó a sus colegas estar preparados en cuanto a 'la actitud de gestión para enfocar el mañana que será distinto al presente'.
La irrupción de nuevos países en el mapa de la UE, explicó el socio director de la consultora PeopleMatters, Alfonso Jiménez, obligará a los directivos a diseñar una política de atracción y retención de profesionales. Para poder competir, 'tenemos que ser los mejores y ello lo conseguiremos si tenemos a los mejores'. La globalización conlleva, continuó Jiménez, más competencia y, por tanto, los gastos juegan un papel importante porque 'la cuenta de resultados no deja dormir'. Atraer a los más brillantes y controlar los gastos parece que es incompatible. Por ello, las empresas han de emplear, contó el consultor, otras herramientas, como tener buena marca y reputación. 'No tiene que ser una gran empresa, sino ser atractiva para los trabajadores. Los ejecutivos tienen que ser embajadores de su propia marca'.
También como una oportunidad de negocio, tanto para la gestión pública como la privada, ve el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, la apertura europea. 'Los mercados financieros estamos en competencia unos con otros y el objetivo debe ser conseguir que las emisiones de valores no se deslocalicen'. Afirmó que, en estos momentos, el tamaño de las empresas es importante y que el abanico y elenco de compañías con aspiraciones es grande. Ante esto, Conthe recomendó calma. 'Las condiciones de mercado deben ser sanas y los elementos de competitividad están ahí, pero se debe aspirar a ser riguroso, a la vez que eficiente'. En su opinión, 'hay que apostar por la sabiduría de las multitudes y buscar opiniones independientes y de diversidad geográfica'.