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UE

Empresas y expertos dudan de las ventajas de la sociedad europea

Después de décadas de tramitación, el proyecto de la UE para crear una única figura empresarial para todos los países miembros es una realidad. El Gobierno español acaba de aprobar el anteproyecto de ley que transpondrá la directiva europea. Pero tanto las empresas como los expertos en derecho mercantil se muestran poco optimistas respecto a su utilización práctica.

Es una figura interesante desde el punto de vista teórico, pero no creo que tenga mucho éxito en España'. Así de escéptico se muestra Fernando Vives, socio del bufete Garrigues sobre la aceptación que pueda tener la nueva figura societaria entre las empresas españolas. Tampoco Cándido Paz-Ares, socio de Uría & Menéndez es más entusiasta: 'soy moderadamente pesimista acerca del futuro de la sociedad anónima europea'.

Lo cierto es que la mayor parte de las grandes empresas españolas que operan con filiales en otros países europeos y que, en principio, podrían ser candidatas a interesarse por este tipo de sociedad afirma no estar interesada en el proyecto. Es el caso de BBVA, Inditex, o Altadis, por ejemplo. Todas ellas consideran que la existencia de una sociedad anónima europea es bueno y se muestran a favor de su existencia, pero no se sienten atraídas por constituirse como tales. Fuentes de la matriz de Zara aseguran que se ha analizado la figura de la sociedad europea 'pero no creemos que sea útil para nosotros, que ya operamos mediante filiales o acuerdos de franquicias en todos los países de la UE'.

Como recuerda Fernando Vives, la sociedad anónima europea resulta de la normativa comunitaria que entró en vigor el pasado 8 de octubre. Pero lo que se ha aprobado 'poco tiene que ver con las pretensiones de sus primeros borradores'. La idea inicial de crear una única figura societaria para toda la UE ha desembocado en el nacimiento de un nuevo tipo de sociedad que, en opinión del socio de Uría & Menéndez, 'se ha descafeinado hasta tener no una, sino 25 sociedades europeas'.

'Al final no habrá una, sino 25 sociedades europeas', opina Cándido Paz-Ares

A pesar de que las ventajas del nuevo tipo jurídico de sociedad son importantes, las desventajas hacen que las empresas lo consideren un paso arriesgado. Si entre los beneficios de la sociedad europea destaca por ejemplo la posibilidad de efectuar un traslado del domicilio social de una empresa sin necesidad de disolver o constituir una sociedad anónima mediante la creación de filiales en otro estado miembro, entre las principales desventajas que citan los expertos se encuentra el mayor grado de participación de los trabajadores que este tipo de norma permite. En primer lugar, porque no se podrá inscribir un sociedad europea en el Registro si no consta el acuerdo de implicación de los trabajadores en la misma. Además, porque se introduce por primera vez en España la posibilidad de utilizar el 'sistema dual' que ya existe en Alemania y que se caracteriza por la existencia de un órgano de control o consejo de vigilancia de los trabajadores.

Pero no es el única traba. Cándido Paz-Ares señala también la opción de separación que ofrece la ley a los accionistas que voten en contra de un cambio transfonterizo o de la transformación de una empresa en sociedad europea por fusión. 'Esto puede suponer una descapitalización que haga inviable en muchos casos la sociedad europea', señala el socio de Uría & Menéndez.

Fundación: Tres supuestos diferentes

El estatuto de sociedad anónima europea contempla tres supuestos de constitución:Mediante la fusión, de sociedades anónimas domiciliadas en distintos estados miembros de la Unión Europea.A través de la constitución de holding de sociedades anónimas con domicilio en distintos estados miembros.Por la creación de filiales en otro estado.Una de sus ventajas es la permite la posibilidad de efectuar un traslado del domicilio social sin necesidad de disolver la sociedad europea.El Gobierno podrá oponerse al traslado de una sociedad europea constituida en España a otro país en el caso de que existan razones de interés público.Permitirán la participación de los trabajadores en los órganos de control y dirección de la empresa

Los trabajadores, a la expectativa

La idea de crear una sociedad europea empezó a considerarse a finales de los años 50. En 1965 la CE encargó a un grupo de expertos la elaboración de un proyecto. Pero las críticas de los estados miembros han retrasado la norma que, finalmente, entró en vigor en la UE el pasado mes de octubre. Eso sí, muy descafeinada, en opinión de los expertos.La posibilidad de que en la sociedad europea exista un órgano de control y vigilancia formado por trabajadores, al estilo del sistema alemán, hará que muchas empresas se lo piensen dos veces.Mientras, los trabajadores analizan el proyecto. Así lo asegura Paz Perdiguer, adjunta a la secretaría de acción sindical de CC OO, quien considera que esta posibilidad es 'estupenda' porque 'nadie más interesados que los trabajadores en que una empresa vaya bien'.

Pendientes del efecto imitación

Hay quienes creen que la sociedad anónima europea sólo tendrá éxito en el momento en el que empiece a ser adoptada por algunas de las grandes empresas europeas que decidan hacer publicidad del hecho de que, hasta en su constitución, son totalmente paneuropeas. Así, la utilización de este tipo de sociedad puede llegar a convertirse en una herramienta de marketing.Pero no es el único efecto colateral que puede producirse.El estatuto de sociedad anónima europea se rige por un reglamento de aplicación directa pero se complementa con el régimen jurídico de cada uno de los países de la UE.Por eso, muchos expertos señalan que no existirá una única sociedad europea, sino 25. Este hecho podría facilitar el traslado de empresas europeas a aquél país que les ofrezca mayores ventajas.

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