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Fernando Trías de Bes

'Hay que dejar de lado el ego'

En Japón, la fábula empresarial sobre el factor suerte está arrasando: en tres meses se han vendido más de 800.000 ejemplares. En España, 300.000. Ha sido publicada en 60 países y traducida a 30 idiomas

Se ha tomado con calma la gran acogida del libro La buena suerte, escrito junto a su socio en la consultora Salvetti & Llombart y su compañero en la escuela de negocios Esade, Álex Rovira. Intenta racionalizar todo lo que huele a éxito. Fernando Trías de Bes, de 36 años, es licenciado en Empresariales y máster en Dirección de Empresas, reparte su tiempo entre la promoción del citado libro y de otro, Marketing lateral, que acaba de lanzar al mercado español, escrito junto a Phil Kotler. Le gusta escribir y lo próximo que publicará, esta vez en solitario, será una parodia sobre el mundo empresarial, en concreto sobre el límite al que se lleva, a veces, la falta de sentido. 'Será un libro que despertará conciencias'.

Pregunta. La buena suerte se ha convertido en uno de los libros más vendidos, ¿esto es ser afortunado?

Respuesta. La gran aceptación que ha tenido el libro lo miro desde la barrera. Hay que ser cauto y prudente, aunque te da una gran satisfacción y te enorgullece, pero tienes que tener los pies en el suelo y recibirlo como un regalo del cielo y saberlo gestionar adecuadamente. El hecho de que tengas una gran aceptación te permite disponer de tiempo para realizar otras experiencias. Pero hay que ser prudente.

'Cada directivo debe ser capaz de escribir en pequeñas líneas cuál es su misión personal'

P. ¿Algo que deberían tener en cuenta algunos directivos?

R. Si observamos la mayoría de las multinacionales y grandes corporaciones nos damos cuenta que por encima de los 40 años hay pocos ejecutivos. Todo es fugaz, el éxito es rápido. Cuando a una persona le llega una posición dominante, de responsabilidad, debe dejar de lado el ego y darse cuenta de la responsabilidad social. Hoy estás y mañana no estás. Todo este proceso hay que vivirlo como si mañana no estuvieras y hay que pensar en la responsabilidad y en la capacidad de contribuir a la sociedad. El ego es el asesino del yo. Los directivos emplean dedicación y esfuerzo al trabajo, pero cuando se consiguen determinadas cosas dejan de ser importantes. La condición humana hace que cuando alcanzas lo que te habías propuesto te sientes vacuo. Es diseño de la razón humana. El objetivo parece ser la meta, cuando lo importante es el proceso, lo que hagas.

P. ¿Qué receta o consejo les daría?

R. Cada directivo debe ser capaz de escribir en pequeñas líneas cual es su misión personal, independientemente de la empresarial. Mientras tenga claro hacia dónde va, habrá vientos del sureste o de noreste, pero se llegará a buen puerto. Yo les diría que hicieran una reflexión sobre lo que quieren para sí. Puede sonar utópico o idealista, pero si todos lo hicieran las cosas cambiarían. Las empresas están vacías de sentido, no se preguntan para qué se hacen las cosas. Tenemos que dotar se sentido lo que hacemos.

P. ¿Cómo influye el factor suerte?

R. La suerte existe, está ahí, pero la misión es reducir ese factor. Cuanta mayor preparación tienes, el factor suerte influye en menor medida. Hay personas que exageran para adoptar un papel de víctima y eximirse de toda culpa. En mi caso he tenido muchos momentos que no han sido positivos, he tenido reveses, pero he intentado hacer de todo ello un motivo de aprendizaje. Lo que te hace sufrir puede tener sentido y puedes llegar a bendecirlo.

P. En su libro El marketing lateral, defiende el poder de la creatividad dentro de las empresas, ¿es esa una asignatura pendiente entre los ejecutivos españoles?

R. Es necesaria siempre, incluida en la relación con los empleados y con las formas de organización. El agua ha de fluir si no te estancas. El cambio es necesario e implica creatividad. La creatividad es inherente a la evolución y ayuda a la realización de las personas. Todos tenemos potencial, pero tenemos que darle espacio. Es necesario tener una actitud abierta.

'Para trabajar en equipo hay que olvidarse de la medalla'

Dos libros, ambos escritos en pareja. Uno, con Álex Rovira. El otro con el gurú estadounidense del marketing Philip Kotler. No le importa compartir protagonismo. 'Para trabajar en equipo tienes que tener arraigado la firme creencia de que el otro te puede aportar cosas que no ves y no por ello sientes que has perdido. No se trata de que todo se te tenga que ocurrir a ti', explica Trías de Bes. Muy convencido señala que para 'trabajar en equipo hay que olvidarse de la medalla individual'.Cuenta que con Philip Kotler ha mantenido una curiosa relación epistolar, a través del correo electrónico. Para escribir el libro no se han visto en ninguna ocasión. No ha hecho falta. Las nuevas tecnologías propiciaron el entendimiento. 'Planteamos el libro, lo escribimos, lo discutimos. Y sin necesidad de vernos'.El vehículo, asegura, es lo de menos. Lo que importa es la actitud. 'Es importante tener apertura mental y ser receptivo a las sugerencias del otro'. Trías de Bes señala que, por fortuna, los directivos españoles 'nos hemos quitado los complejos de que vamos por detrás, de seguidores'. Hay sectores, como el de juguetes, calzado, aceite y vinos, en los que tomamos la iniciativa. Ya no somos importadores de conocimiento, sino que exportamos.

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