Volkswagen reduce sus beneficios un 43,5% pese a los recortes
El mayor fabricante automovilístico de Europa, Volkswagen, ha bajado los beneficios netos en los nueve primeros meses hasta los 459 millones de euros (583 millones de dólares), un 43,5% menos que en 2003. Y eso a pesar del programa de reducción de costes denominado ForMotion, que según la compañía ha aportado 850 millones de euros a los resultados del grupo.
La compañía alemana, que inició hoy la quinta y última ronda de negociaciones del convenio colectivo, ha informado hoy de que la facturación de Volkswagen subió en este período un 5,1%, hasta los 67.396 millones de euros (85.593 millones de dólares). Los beneficios operativos después de efectos extraordinarios se redujeron entre enero y septiembre un 28,2 por ciento, hasta 1.242 millones de euros (1.577 millones de dólares).
Volkswagen confirmó las previsiones de beneficios para el conjunto del año y pronosticó unos beneficios operativos antes de efectos extraordinarios de 1.900 millones de euros (2.413 millones de dólares).
Con el plan ForMotion, la empresa quiere ahorrar en el conjunto del año más de 1.000 millones de euros (1.270 millones de dólares), con el mantenimiento de la bajada de costes, la reducción de las inversiones y el incremento del rendimiento en la distribución.
Al mimos tiempo, Volkswagen cuenta con cargas extraordinarias por un monto de 400 millones de euros (508 millones de dólares). También se enfrenta a unas de las más duras negociaciones de su historia del nuevo convenio colectivo y ha reiterado la necesidad de reducir los costes de personal en un 30 por ciento hasta 2011, lo que supone 2.000 millones de euros (2.540 millones de dólares).
Negociación colectiva
El grupo germano considera que todavía queda mucho por hacer en las negociaciones del nuevo convenio de las que los 103.000 empleados de las seis fábricas de Alemania occidental esperan obtener una garantía de empleo.
Según informa el diario alemán Bild hoy, "sólo en la fábrica de Wolfsburg peligran 15.000 empleos", si no se lleva a cabo el plan de saneamiento propuesto por la dirección de Volkswagen, que contempla una congelación salarial para los próximos dos años. De no lograrse acuerdo, el poderoso sindicato alemán IG Metall ha amenazado con huelgas para principios de noviembre.
Expertos del sector indican que Volkswagen, fundada en 1938, tiene una producción entre las más caras del mundo y sólo emplea el 60% de su capacidad de fabricación y que si no reduce los salarios, Volkswagen podría convertirse en "un segundo caso Opel".