La Bolsa ante las elecciones
La previsión sobre el comportamiento del dólar es clave para los fondos estadounidenses
La Bolsa estadounidense representa más del 50% de la capitalización bursátil mundial. En otras palabras, el valor de mercado de las empresas que cotizan en las diferentes Bolsas estadounidenses supone más de la mitad del total. Es por ello, que su influencia en los mercados del resto del mundo es muy acusada y, en consecuencia, seguir y tratar de predecir el comportamiento de este mercado es fundamental.
La aproximación de las elecciones generales siempre despierta las especulaciones en cuanto a cuál será el comportamiento de las Bolsas antes y después de las mismas y qué influencia tendrá la victoria de uno u otro candidato. En esta ocasión hay dos factores, como son las incertidumbres respecto a la fortaleza de la recuperación económica y lo ajustado de la carrera electoral, lo que si cabe han alentado todavía más el debate. Recientemente han salido a la palestra algunos estudios académicos sobre el tema que tratan de dar respuestas a las cuestiones arriba planteadas. Un informe de la Universidad de California viene a contradecir lo que intuitivamente muchos pudiéramos pensar y que es, que con los Gobiernos republicanos las Bolsas experimentan rendimientos superiores que con los demócratas. Esta publicación cubre el periodo de 1927 a 1999 y pone de manifiesto que durante los Gobiernos demócratas los retornos de las Bolsas han superado un 11% el de las letras del Tesoro a tres meses mientras que con los republicanos el rendimiento sólo ha sido un 2% superior. Este es el hecho; las explicaciones de porqué esto es así no están nada claras y no vamos a entrar aquí en ello. Otra hipótesis comúnmente aceptada es que durante los años de elecciones generales las Bolsas tienen buenos rendimientos. Este punto sí que parece que se confirma y si tomamos las últimas 10 sólo en dos (ambas con victorias republicanas) se experimentan pérdidas. En 2004 nos encontramos ligeramente en positivo si miramos a los principales índices estadounidenses de referencia aunque todavía es pronto para poder situarlo en el de años ganadores. Finalmente diferentes estudios vienen a probar que el año tras las elecciones suele ofrecer rendimientos más débiles, lo que en principio nos indicaría que no es el mejor momento para entrar en fondos de renta variable de EE UU. No obstante, todo esto no son más que teorías, ya que tampoco el número de incidencias tiene un valor estadístico definitivo aunque sí pueden ayudarnos a la hora de tomar nuestras decisiones de inversión.
El análisis de los últimos cinco años, que incluiría tanto los tres años de caídas bursátiles como la última etapa vivida de recuperación de los mercados, pone de relieve la correlación entre los mercados pero también algunas diferencias apreciables. El cuadro central nos muestra las rentabilidades medias de los fondos pertenecientes a la categoría Lipper Renta Variable Norteamérica comparado con los de renta variable española y zona euro. Vemos que son los fondos de Bolsa estadounidense los peor parados con una pérdida en euros en estos últimos cinco años del 27,5%. Sin embargo, esto se explica en gran medida por la depreciación del dólar en este mismo periodo en un 15%. De hecho, si seleccionamos los principales índices de referencia observamos por un lado las importantes correlaciones y por otro que el S&P 500 es el que menos pierde con un 13,11%, justo por encima del Ibex 35 con un -15,71% y por último el Euro Stoxx 50 con un -18,88%. Una vez más se pone de manifiesto que nuestras previsiones sobre la evolución del tipo de cambio del dólar con respecto al euro deben de ser claves a la hora de invertir en fondos de Bolsa estadounidense. El análisis del comportamiento de las diferentes categorías Lipper de renta variable estadounidense revela a las claras también que han sido los fondos de estilo valor y de pequeñas compañías los triunfadores de los últimos tiempos. No se vislumbran en el horizonte más cercano datos que nos indiquen que esta tendencia tenga por que cambiar de manera significativa en el corto plazo.
Las previsiones como siempre son difíciles pero datos como el alto precio del petróleo, ambos déficit, fiscal y por cuenta corriente, manteniéndose en niveles del 5% y la debilidad a la hora de crear empleo no invitan al optimismo cualquiera que sea el resultado de las elecciones. Recientes datos sobre el gasto en inversión de las compañías del S&P parecen compararse desfavorablemente con la media de los pasados tres años. Este hecho es incluso más acusado en el importante sector tecnológico dentro de la economía estadounidense.