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Debate financiero

Ahorradores ávidos de más opciones para el dinero

No hay algo más?'. Esta pregunta resume una inquietud cada día más extendida entre los medianos inversores. Sus ahorros oscilan entre 300.000 y 600.000 euros y no se conforman con los productos más clásicos como fondos o Bolsa.

'Son empresarios pequeños y medianos cuya riqueza está basada en su empresa, pero que disponen de un capital líquido que supone el 15% del total de su patrimonio y para el que quieren una mayor rentabilidad', declara José Miguel López-Frade, director general de Banco Madrid. 'Calculamos que puede tratarse de un millón y medio de personas' afirma. Esta fue una de las conclusiones extraídas en un encuentro organizado conjuntamente por Banco Madrid y Cinco Días para analizar productos alternativos de inversión; en particular capital riesgo y adquisición de obras de arte.

La primera gran coincidencia que se puso de manifiesto es que el mercado de inversiones alternativas existe, pues hay interés entre estos ahorradores. Sin embargo, también se apuntó que tanto en capital riesgo como en el arte se choca con la falta de mercados secundarios, con problemas de liquidez y con dificultades de valoración. Esto les convierte en unas alternativas de inversión sofisticadas, y caras, lo que dificulta la entrada de los ahorradores medianos.

Pero este tipo de inversor no se resigna. 'Nos hemos encontrado que ante la falta de alternativas y la escasa rentabilidad de los productos financieros más clásicos, han buscado inversiones diferentes como por ejemplo las franquicias. No para gestionar, sino sólo como capitalistas' declara López-Frade.

'Existe interés del mediano ahorrado por el capital riesgo, aunque se ha quedado para las grandes fortunas' aclara Álvaro Mariátegui, consejero delegado de Nazca. Varios factores impiden que se haya ligado la demanda con una posible oferta. Mariátegui apunta algunos a los que califica como tópicos sobre capital riesgo. 'Se considera que es una inversión de riesgo, pero hay de todo tipo. Depende de qué sector se elija. O la temporalidad. No sé porqué un ahorrador mediano no va a querer inversiones a largo plazo', declara.

Pero existe otro factor. Quien entra en capital riesgo quiere estar muy encima de la empresa en la que invierte. Son frecuentes las llamadas y preguntas al gestor. Si se trata de tres o cuatro grandes fortunas es factible esta relación, pero con 300 o 400 es impensable. 'Aquí es donde las entidades financieras pueden convertirse en el catalizador, pues disponen de los clientes', declara Luis Regalado, director de división de banca privada de Banco Madrid. 'Al sindicar la inversión de 300 o 400 personas garantizaríamos un único interlocutor al gestor. Y podemos hace ese esfuerzo de cultivar a estos inversores y romper las barreras y tabúes de los inversores, actualmente muy institucionalizados, sobre la inversión alternativa. Y romper ese tópico de que el riesgo es sólo para las grandes fortunas' dice el directivo.

A todo ello se suma la dificultad, tanto en el capital riesgo como en el mercado del arte, ante la valoración del bien, como apunta Eduardo Ramírez, socio de Cuatrecasas: 'Es preciso si se quiere garantizar la liquidez. Pero ¿cómo se valora el 7% de un Gauguin?' ironiza. Mariátegui también incide en esta cuestión: 'La valoración es uno de los grandes problemas del capital riesgo. No hay normas comunitarias homologables, aunque se está avanzando en normas europeas de valoración. Se uniformarán' explica. De hecho, el Gobierno ya está trabajando en una norma, pendiente de conocer el borrador definitivo, sobre capital riesgo.

Arte

'La compra de arte tiene un componente de inversor. La revalorización del contemporáneo se cuantifica en un 12,5% anual' explica Rosina Gómez-Baeza, directora de Arco. Sin embargo, no sólo es inversión. 'Hay que tener interés, amor, por el arte. Tiene que gustar. Pero, desde el mundo artístico existe un gran interés porque se desarrolle y estructure este mercado' aclara.

Como en toda inversión, en el arte existen sus riesgos: 'Es un mercado especial. Hay que conocerlo, estar interesado. La gente piensa que se compra nombre y no es así. Se compran obras, pues dos cuadros de un mismo pintor no valen lo mismo como dos acciones de una misma empresa' explica la directora de Arco. 'En Estados Unidos están muy solicitados asesores o galeristas que facilitan la inversión. En España no hay nada parecido' dice. Mariátegui va más allá. 'Hay que buscar gestores profesionales para el mundo del arte que sepan además de finanzas. Entonces la inversión tendrá un potencial de revalorización muy grande'.

Siguiendo con la tesis de la directora de Arco, el arte se convertirá en un mercado financiero en España cuando los españoles lo valoren. Y en esta línea pide el apoyo del Estado. 'Hay que influir sobre los políticos para que adquieran obras contemporáneas y no se pierda la producción de estos años. Y tener muchos más museos para que la gente aprenda a valorar la pintura contemporánea' dice Gómez-Baeza que insiste: 'Si no se entiende la creación, no se invertirá en arte'.

Aunque también deberán cambiar otras cosas. Eduardo Ramírez lo apunta cuando resulta que la inversión en arte tiene su propia leyenda negra. 'Se piensa en la opacidad de las transacciones privadas, aunque no siempre está justificado. Se debe tener en cuenta que las obras catalogadas por Patrimonio no pueden salir de España. Por este motivo se generan dos mercados muy diferenciados: uno, fuera de los circuitos, para compras privadas, y otro dentro, a través de subastas públicas, muy encorsetado'.

Además, este mercado tiene una fiscalidad menos favorable que por ejemplo los fondos de inversión o la Bolsa. Durante el debate se llegó a plantear desarrollar alguna fórmula, como el renting, para contribuir a su desarrollo. Con todo, de momento no parece que el arte despierte pasiones inversoras. 'El fondo portugués en obras de arte está teniendo una captación ridícula. Es muy difícil transmitir al inversor final las bondades de la inversión', declara López-Frade.

La necesidad de regular mercados secundarios

Los expertos asistentes al desayuno coincidieron y reiteraron la necesidad de pedir a los poderes públicos una mayor implicación para que estos mercados de inversión alternativa se regulen y estructuren.Acotar los problemas, especialmente la falta de liquidez producida por la inexistencia de mercados secundarios y las dificultades de valoración, supondría un gran paso para que los inversores medianos optasen por estos productos a la hora de colocar parte de sus ahorros.Solventados esos baches, los participantes auguran que crecería como la espuma el abanico de inversores que hoy compran arte o ponen su dinero en capital riesgo. Sin embargo, Álvaro Mariátegui, consejero delegado de Nazca matiza este axioma. 'Para que despegue la inversión en productos alternativos el proceso es a la inversa. No se trata de realizar regulaciones y esperar a que crezca la demanda. Si hay un interés real de los inversores medianos se desarrollará. Y ya se encontrará el instrumento adecuado'.Pero parece que poco importa qué tiene que darse antes. 'Este mercado alternativo es imparable' considera Eduardo Ramírez. 'Pero sería bueno entrar en estas inversiones con cierta garantía. Se invierte con más tranquilidad si el experto se juega todo su dinero en lo mismo que el inversor' considera Eduardo Ramírez. Y pone como ejemplo los hedge funds donde el gestor además de su prestigio, se juega su capital.Estos fondos, poco desarrollados en España, son considerados dentro de los productos financieros como los más alternativos. 'En EE UU el mercado de hedge funds es espectacular. Ahora hay ente 400 ó 500 gestores operando en este campo. Tanto es así que ya están causando problemas a la hora del cierre de la sesión de Wall Street por futuros' declara Ramírez. En el caso de estos fondos, también la regulación es determinante y se está a la espera de la aprobación de su reglamento.

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