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José Luis Madariaga

'La auditoría puramente contable no es de calidad'

Lleva 29 años en la firma y desde el pasado mes de julio ocupa la presidencia de PwC. Cree que una oferta multidisciplinar potente es fundamental a la hora de ofrecer auditorías de calidad

Nació en 1952 en Bilbao y tiene 52 años y una larga carrera profesional en la misma compañía. Llegó 'casi por casualidad' a la antigua Price Waterhouse en 1975, 'cuando aún no habían nacido muchos de los profesionales que se están integrando el la firma en estos momentos ' y ha pasado por casi todos los puestos de la auditora. En 1995 'me trajo a Madrid' Miguel Fernández de Pinedo (el anterior presidente). Desde 1996, y hasta el año pasado cuando fue designado por sus compañeros socios de PwC para ocupar la presidencia, ha dirigido la división de auditoría de la firma.

En una entrevista concedida a Cinco Días antes de que Telefónica anunciase su decisión de abandonar a Deloitte y cambiar de auditora, Madariaga opinaba que, ante los escándalos financieros, los profesionales no han sido capaces de transmitir a la sociedad hasta donde llega su responsabilidad sobre las cuentas de una empresa.

Pregunta. ¿Cree que la sociedad tiene una imagen falsa de lo que hace realmente un auditor y de cuál es su responsabilidad?

Respuesta. Mi impresión es que el auditor tiene su parte de responsabilidad sobre la información que manejan los mercados, pero quien genera la información son las empresas, sus ejecutivos y sus consejeros. Luego estamos los auditores externos, pero también están los analistas, las empresas de rating o los reguladores. Es una cadena y los auditores tenemos nuestro papel. Tal vez no hemos sabido transmitir qué es lo que hacemos y lo que implica lo que hacemos. Pero además, por nuestra obligación de confidencialidad, a veces parece que tenemos que asumir todo lo que el mundo dice por ahí.

P. ¿Cuáles son sus planes ahora que, tras las vacaciones, comienza realmente su presidencia?

R. Después de casi 30 años en esta casa afronto la responsabilidad de la presidencia con mucha ilusión. Estamos en un momento muy importante para esta profesión y para las firmas como la nuestra. Desde el punto de vista de imagen ha habido unos años duros con todo lo que son los escándalos. Aunque yo creo a esta profesión se le ha castigado más de lo que ha sido su participación en estos temas. Y tenemos un reto importante que es reganar la confianza en la información corporativa. La confianza en la información financiera y económica que se maneja es fundamental y eso es una labor de todos.

P. ¿Tiene alguna receta para devolver la credibilidad en la auditoría después de los escándalos que han sacudido al sector?

R. La prioridad es la calidad. Y eso pasa por ser una firma multidisciplinar, porque para auditar bien cualquier empresa necesitas gente que sepa de sistemas, de fiscalidad, de legal, etcétera. Si no tienes un equipo multidisciplinar, la calidad de la auditoría baja.

P. Sin embargo, hay profesiones, como la abogacía, que chocan con esta idea de que las firmas de auditoría ofrezcan asesoramiento legal.

R. Yo creo que eso es una cuestión del mercado. Además, la independencia es una cuestión mental. Tal como tenemos estructurado nuestro negocio cumplimos totalmente con la independencia. No tenemos un sólo cliente del que dependa más de un 1% de nuestra facturación. Y eso garantiza la independencia. Pero necesito abogados para auditar bien. El modelo de auditoría que algunos demandan, con un equipo puramente contable, sin equipos multidisciplinares detrás que apoyen, es un producto menos rico que va en contra de lo que se busca, que es tener más garantías de la información.

P. La ola de transparencia y buen gobierno, ¿beneficia o perjudica a las firmas de auditoría?

R. Puede que hayan cambiado algunas de las referencias, pero el que las empresas se muevan en el entorno de unas normas claras de buen gobierno beneficia a cualquier profesional. Todo esto implica que nuestros otros trabajos aparte de la auditoría, lo que en el argot se llama canal dos, tenga cada vez más importancia. Pero a nosotros nos viene fenomenal que haya buen gobierno, transparencia, códigos y comités de auditoría, porque nos permite un nuevo canal de comunicación que facilita las relaciones.

'Habrá más uniones de empresas en el sector'

José Luis Madariaga cree que las empresas medianas tienen que moverse para no quedarse descolocadas. Piensa que algunas de ellas se fusionarán o se asociarán para poder ofrecer más servicios.¿Cuál va a ser la evolución del sector? ¿Pueden volver a convertirse las big four en big five en un futuro?Hay cuatro grandes jugadores mundiales en el área de auditoría (Deloitte, PwC, Ernst & Young y KPMG) y hay quien dice que somos muy pocos. Pero hoy en día no parece que ninguna de las empresas medianas se mueva para hacer que haya cinco grandes. No lo veo de momento. Es algo que ocurre a nivel internacional y también en España. Hay empresas de auditoría locales que lo hacen bien, pero que difícilmente pueden competir en un mundo globalizado. La lógica me dice que se producirán concentraciones, porque si quieres dar un buen servicio a tus clientes y éstos están fuera, habrá que darles servicio también allí. Lo que está claro que está habiendo un cambio y el que mejor se adapte al el es el que saldrá beneficiado.¿No cree que el mercado de las firmas auditoras es demasiado cerrado?No. De hecho, lo que está pasando es que los clientes de auditoría son menos fieles para comprarte otras cosas. Por propia regulación y por convencimiento. Y hay nuevos jugadores y va a ser un mercado mucho más abierto, especialmente en consultoría de negocio y servicios fiscales y jurídicos.¿Cuáles son las previsiones de crecimiento de la firma para este año?Si España crece al 2,8% nosotros podremos hacerlo entre el 7,5% y el 8%. Somos de una sensibilidad extraordinaria al crecimiento del país.

'La nueva contabilidad y la Ley Concursal van a generar negocio'

El nuevo presidente de PricewaterhouseCoopers reconoce que están apareciendo nuevas áreas de negocio que van a revitalizar el negocio de las firmas auditoras. Al asesoramiento en asuntos relacionados con el buen gobierno, la transparencia y la responsabilidad social corporativa, se le unen los que tienen que ver con la nueva contabilidad internacional que tendrán que comenzar a aplicar los grupos de empresas cotizadas a partir del próximo mes de enero.José Luis Madariaga cree que las empresas se están tomando en serio el cambio contable. Pero no pasa lo mismo con Universidades. 'No entiendo y me preocupa que acaben de licenciarse alumnos en Empresariales que no hayan estudiado las nuevas normas contables'. También la Ley Concursal, que acaba de entrar en vigor el 1 de septiembre, puede suponer una buena cifra de ingresos para las auditoras. Se trata de una nueva área de negocio que en terminología anglosajona denominan Forensic. Consiste, entre otras cosas, en encontrar pruebas para presentar en juicios relativos a litigios mercantiles. 'Es un buen negocio, porque el volumen de trabajo concursal crece precisamente en épocas en las que otros negocios se reducen. Está claro que el que mejor se adapte y el que tenga una oferta multidisciplinar mejor podrá salir beneficiado de este cambio de mapa'.Sin embargo, donde no tienen previsto crecer es en presencia geográfica. Madariaga considera que las oficinas de PwC son suficientes para cubrir las demandas de sus clientes. 'De abrir nuevas sedes lo haríamos en legal y fiscal, que es donde se requiere más proximidad con el cliente'.El nuevo presidente de PwC cree que es difícil evitar los escándalos en el mundo de la auditoría. 'Los ha habido y los habrá', señala. 'Pero lo que no puede pasar es que si una empresa entra en crisis se crea que es culpa del auditor'.

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