CTC se reúne con los fondos para lograr su apoyo ante la venta a Móviles de su filial
El día decisivo será el próximo jueves 15 de julio. Para esa fecha está fijada la junta extraordinaria de accionistas llamada a aprobar o rechazar la venta de la filial de telefonía celular de Telefónica CTC de Chile a Telefónica Móviles.
Esta operación ha despertado algunas críticas de accionistas institucionales de la operadora, que consideran que la desinversión en móviles deja a la participada de Telefónica en Chile sin la posibilidad de crecer en el negocio con mayor potencial. Y el respaldo de los fondos de inversión es vital para que la operación salga adelante.
Según los estatutos de CTC, la venta necesita el apoyo del 67% del capital con derecho a voto para llegar a buen puerto, puesto que la filial de móviles está considerada como un activo esencial.
El problema es que Telefónica sólo controla el 43,64% del capital de CTC. El resto está, en buena parte, en manos de fondos de pensiones y de inversión. Ahí es donde está dando la batalla la operadora, que ya antes de anunciar la operación contaba con el visto bueno de alguno de ellos. Para dar un paso más e intentar convencer al mayor número de accionistas institucionales, CTC mantuvo ayer con ellos una reunión vital de cara a la junta de la próxima semana.
Dividendo extraordinario
Allí, la compañía les ha expuesto los beneficios de la operación, que está valorada en 1.010 millones de euros, que Telefónica Móviles pagará en efectivo -814 millones- y asunción de deuda -196 millones-. Si la mayoría de la asamblea aprueba la venta, además, CTC repartirá un dividendo extraordinario de 647 millones de euros.
La filial de Telefónica también les ha comunicado que cuenta con la opinión favorable de dos bancos de negocio -JP Morgan y ABN Amro-, que han expresado su acuerdo con la operación y su valoración. Estos documentos se presentarán también a los accionistas en la junta.
Pero los inversores no constituyen el único escollo que tendrá que librar Telefónica Móviles en la compra de la filial de CTC. La participada de Telecom Italia en el país, Entel, y la mexicana Telmex han pedido a los reguladores que bloqueen la operación, sobre todo de cara a la posterior fusión con la filial de Bellsouth.