Los bonos viven el peor trimestre desde 1980
El mercado de deuda pública estadounidense ha vivido hasta junio su peor trimestre desde 1980. El cambio brusco de las perspectivas económicas y las expectativas de subidas de tipos han disparado la volatilidad del rendimiento de los bonos.
El índice Merrill Lynch & Co. Treasury Master, un indicador de renta fija que engloba 113 activos por valor de dos billones de dólares, ha registrado una caída del 3,73% desde el 31 de marzo, en el que es ya su mayor descenso trimestral desde el tercer trimestre de 1980. En aquel periodo este índice cedió un 5,06%.
Basta con echar un vistazo al bono a 10 años estadounidense para percibir la volatilidad que se ha adueñado de la deuda pública en los últimos meses. El rendimiento de este bono, que se mueve de forma opuesta a su precio, inició el trimestre en el 3,84% y llegó a alcanzar el 4,9% el 14 de junio. En las últimas dos semanas se ha estabilizado en torno al 4,7%.
'Es curioso cómo el mundo ha pasado de preocuparse por la deflación y la doble recesión a preocuparse por la inflación, el recalentamiento económico y el riesgo a una sobre reacción de los bancos centrales', subrayan los analistas de JP Morgan Fleming.
En el último trimestre, la volatilidad ha aumentado en el mercado de bonos en las sesiones previas y coincidentes con la publicación de datos económicos de especial relevancia. El comienzo de esta tendencia tuvo lugar el 2 de abril, cuando el Departamento de Trabajo de EE UU anunció la creación de 700.000 puestos de trabajo, cifra superior a la esperada. El rendimiento del bono subió aquel día 26 puntos básicos.
'Los datos de empleo de esta primavera pasada recibieron una atención enorme por parte del mercado', relata Amy Falls, estratega de Morgan Stanley, en un informe. 'La toma de posiciones ante la publicación de datos se volvió extrema y el impacto de las desviaciones respecto a las expectativas ha ido creciendo'.
En definitiva, el cambio de sesgo de la economía estadounidense, con más empleo, más consumo y más inflación, ha acrecentado las expectativas de una subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, y en consecuencia ha provocado la subida de los rendimientos de los bonos a largo plazo.
'Las tendencias de la renta fija parecen muy claras: La Fed elevará sus tipos de interés y la curva de rentabilidades estará más plana en el segundo semestre del año', añade Falls.
Otro acontecimiento que ha afectado negativamente al mercado de deuda pública estadounidense ha sido el anuncio del Gobierno chino de ralentizar el crecimiento económico del país para evitar un sobre calentamiento. China, como muchos otros países asiáticos, es compradora neta de deuda de Estados Unidos.
La publicación de datos económicos clave ha disparado el rendimiento de los bonos
La deuda emergente gana adeptos
El aplanamiento de la curva tiene lugar cuando suben los tipos de interés a corto plazo y se mantienen los tipos de interés a largo plazo. Se trata de un comportamiento típico cuando los tipos de interés oficiales (a corto plazo) comienzan a subir. Este comportamiento es el que se espera para el segundo semestre a raíz del endurecimiento monetario de la Reserva Federal, y equivale a un menor atractivo para la deuda pública a más largo plazo, cuyo rendimiento puede seguir subiendo algo más y sus precios, en consecuencia, cayendo. 'El aplanamiento de la curva de rentabilidades debería ser el principal catalizador de nuevas cancelaciones de posiciones especulativas apalancadas', apuntan en Morgan Stanley.En este contexto, los estrategas están apostando por toda aquella deuda de mayor riesgo, porque puede ofrecer rentabilidades mayores. La deuda emergente es uno de los activos favoritos de los gestores de renta fija, tras las corrección que ha sufrido en los últimos tiempos, ante las perspectivas de subidas de tipos en EE UU, que ha aumentado su atractivo. Los expertos creen que esta familia de activos se beneficiará de la recuperación global y de las reformas estructurales que los países emergentes han llevado a cabo; especialmente los asiáticos.