Rato descarta que los tipos y el crudo dañen la economía global
La Conferencia Internacional en la que se celebra el 60 Aniversario del sistema Bretton Woods se inició ayer en Madrid con un claro mensaje del director gerente del FMI, Rodrigo Rato, a los países desarrollados, para que arrimen más el hombro y no pongan en peligro la economía mundial con sus persistentes desequilibrios.
La Conferencia Internacional en la que se celebra el 60 Aniversario del sistema Bretton Woods se inició ayer en Madrid con un claro mensaje del director gerente del FMI, Rodrigo Rato, a los países desarrollados, para que arrimen más el hombro y no pongan en peligro la economía mundial con sus persistentes desequilibrios. 'La supervisión de los principales países industriales es un elemento crucial. Esto significa que EE UU tendrá que hacer un esfuerzo activo para reducir el déficit, y que la UE y Japón tendrán que promover un crecimiento sostenido con reformas estructurales', sostuvo en la sesión inaugural, flanqueado por el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, y el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, que actuaba de anfitrión.
Rato, en un perfecto inglés, reclamó a las tres grandes áreas económicas que hagan sus deberes si no quieren que su falta de saneamiento acabe trasladándose a los países menos pudientes del Planeta y a los que emergen con fuerza, como China, India o América Latina. Este mensaje, repetido ante un foro repleto de banqueros y economistas de primera línea (entre los de ámbito nacional, el presidente del Grupo Santander, Emilio Botín; el del BBVA, Francisco González; y el de Caja Madrid, Miguel Blesa), es parte de la nueva política del FMI de potenciar la prevención de crisis financieras antes que de dar recetas a posteriori, cuando ya se han producido. Es, precisamente, en la doctrina de la prevención en la que, en su opinión, 'queda mucho por hacer'.
Rato resaltó que el mundo de hoy es mucho más complejo que el de hace 60 años, en el que nacieron instituciones como el FMI y el Banco Mundial, al amparo de los acuerdos de Bretton Woods. Buena parte de esta complejidad 'procede de la alta volatilidad de los flujos internacionales de capitales', que han hecho fracasar las políticas neoliberales del FMI en la gestión de crisis financieras recientes como la asiática de los años 90.
El director del FMI mantiene las previsiones de crecimiento mundial pese al encarecimiento del petróleo, aventura una subida 'gradual' de los tipos en EE UU y aboga por una revisión del papel del Fondo ante las crisis
Por eso, a su juicio, es necesario una revisión de las metas del Fondo. Ello no quiere decir que se renuncie a su labor tradicional de prestamista de países que tienen dificultades en su balanza de pagos. 'Ahora bien, necesitamos que el Fondo pueda decir 'no' (a países) de forma selectiva y más previsible', añadió. Se trataría de vincular el acceso a los recursos del FMI con las medidas adoptadas por cada país en cuestión, asegurándose que éste cumple con una serie de requisitos y metas de política económica. También, según Rato, el FMI debe asegurar una 'igualdad de trato' a todos los países en circunstancias semejantes, sin que sus condicionamientos políticos acaben influyendo en la concesión o no del crédito.
Más transparencia
A esta línea de revisión de los principios del FMI se apuntaron también ayer Caruana y Solbes, en sus discursos, también en inglés. Para el vicepresidente, las instituciones multilaterales 'necesitan intensificar sus esfuerzos en términos de transparencia y contabilidad'. Asimismo, Solbes pidió a Rato que se mire con lupa la sostenibilidad del pago de la deuda, sobre todo en países emergentes, antes de concederles un préstamo sin garantías de que puedan hacer frente a él, condenándolos a un sobreendeudamiento de carácter estructural. Solbes sugirió también a los países desarrollados que eliminen las barreras al comercio y los subsidios agrarios, 'culminando las negociaciones de Doha', como una de las recetas para ayudar a los países más pobres.
En la rueda de prensa posterior a su alocución, Rato quiso ser optimista con respecto a la economía mundial. Avanzó que el FMI no revisará a la baja sus previsiones de crecimiento (estima un PIB del 4,6% para 2004), pese al fuerte encarecimiento del petróleo y a que la institución ya está manejando un precio del barril de crudo que supera en cinco dólares el previsto inicialmente. Por otra parte, el director del FMI reconoció el escenario alcista de tipos de interés en EE UU, que espera 'sea gradual'.
Mientras Rato ofrecía sus puntos de vista ante sesudos economistas, ONG como Intermón-Oxfam y Cáritas daban a conocer los suyos propios, críticos con lo que consideran 'incapacidad del FMI para hacer frente al aumento de la desigualdad y la pobreza mundial'. Un informe de las dos organizaciones no gubernamentales revela que mientras en 1981 había 99 millones de latinoamericanos que vivía con dos dólares al día, dicha cifra ha pasado, 20 años después, a 128 millones. La Conferencia Internacional, se prolongará hasta este mediodía, en un ambiente de privacidad (no se hacen públicas las ponencias), tan sólo salpicado por las protestas de las ONG.
China 'Necesita un sistema financiero más sólido'
'China necesita un sistema financiero más sólido y más flexible a la vez, y seguramente modificaciones también en sus mecanismos cambiarios', sugirió ayer Rato en Madrid. Aseguró que en el viaje que iniciará en las próximas semanas por la zona mantendrá conversaciones con las autoridades económicas chinas, encaminadas a perfeccionar ambas cuestiones.Rato que espera que la economía china modere su crecimiento en los próximos trimestres 'para convertirse en un modelo más sostenible', sin que presione al alza sobre el precio de las materias primas.Respecto a la deuda iraquí, reiteró que la decisión sobre la condonación corresponde a los acreedores.El Fondo se ha limitado, por el momento, a hacer un análisis técnico sobre la cuestión, como pidió el Club de París y algunos países miembros del FMI. La deuda exterior iraquí asciende a 120.000 millones de dólares (40.000 millones se adeudan al citado club). El resto está en manos de países árabes.
Brasil 'Ha progresado para sostener su endeudamiento'
'Las subidas de tipos no tienen por qué ser muy fuertes en Estados Unidos, porque creemos que hay riesgos peligrosos de inflación; hay una clara recuperación, y lógicamente la política monetaria debe comenzar a ser más neutral, y menos acomodaticia de lo que lo ha sido en los últimos años', dijo Rato.El director del FMI dió por hecho que las subidas de los tipos en EE UU tendrán sus efectos en los países emergentes, entre los que citó a Brasil. En su opinión, Brasil ha hecho en los últimos años avances para hacer sostenible su endeudamiento. 'Los esfuerzos por elevar el superavit primario en los últimos ejercicios permiten soportar los vaivenes en su deuda', dijo. No obstante, reconoció que habrá cierta volatilidad, como ya se ha notado en las semanas en las que EE UU ha reconocido que deberá subir los tipos. 'Hay que esperar a que se sedimenten las cosas para ver cuáles son los efectos reales de esta subida de tipos en los países emergentes', aclaró.
Argentina 'Debe resolver su deuda para volver a los mercados'
'Argentina debe volver cuanto antes a los mercados internacionales', dijo ayer el flamante director gerente del FMI. 'Pero previamente debe resolver los problemas con sus acreedores, en los que se deben intensificar las negociaciones, y sobre cuyas condiciones en el Fondo no hacemos ningún tipo de valoraciones', comentó acerca de la propuesta hecha por las autoridades argentinas al sindicato de acreedores, que supone una importante quita en la devolución del principal. Destacó que los resultados obtenidos por Argentina en 2003 y lo transcurrido de 2004 son buenos, con una política monetaria acertada. Rato recalcó también el aumento de la recaudación, que 'da margen para aumentar la sostenibilidad' de su deuda.Representantes del FMI comenzaron ayer en Buenos Aires la tercera revisión del acuerdo trienal firmado en septiembre con Argentina, que prevé el análisis de la oferta local para bonos en cese de pago por más de 100.000 millones de dólares.