Optimismo de fondo
El flamante director gerente del Fondo Monetario Internacional, el español Rodrigo Rato, dibujó ayer un panorama económico mundial bastante esperanzador. El petróleo parece haber dejado de ser un problema, hasta el punto de que el FMI mantendrá la previsión de crecimiento mundial en el 4,6%, o incluso superior. Y las subidas de tipos de interés previstas en Estados Unidos 'serán moderadas', porque no se aprecian problemas inflacionistas insalvables.
Sin embargo, mientras el ex ministro español de Economía lanzaba estos mensajes en Madrid en la conferencia que celebraba el 60 Aniversario de la Conferencia de Bretton Woods, los mercados financieros recortaban los precios de la renta variable por temor a que el encarecimiento del dinero sea más brusco o pronunciado de lo previsto en EE UU.
Que habrá subida de tipos antes de las elecciones de noviembre en EE UU está descontado, pero no está calculado el efecto que puede tener sobre la financiación de los países emergentes, que ya han registrado sustanciales sacudidas con los simples movimientos alcistas de los tipos de los bonos americanos en las pasadas semanas. æpermil;se es el verdadero riesgo al que se enfrenta la economía mundial: encajar sin seismo financiero de ningún tipo el inevitable repunte del precio del dinero en dólares, divisa en la que están nominados la gran mayoría de los paquetes de deuda de los países emergentes.
Esta puede ser la primera gran prueba de fuego para el nuevo gerente del Fondo Monetario, en un momento en el que se apresta a buscar correcciones en la arquitectura financiera internacional, que pasan necesariamente por revisar los mecanismos cambiarios de países tan determinantes en la recuperación global como China o la India.