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Debate abierto
Tribuna
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Una demanda social

El tren de alta velocidad ha transformado en muy pocos años la imagen que se tenía de un transporte anticuado y lento. En esta transformación han tenido mucho que ver el éxito de la entrada en funcionamiento de las líneas Madrid-Sevilla y Madrid-Lleida. La culminación de esta infraestructura, con la llegada a Barcelona, y las previstas para conectar la red ferroviaria con la europea, permiten augurar un importante cambio en la red ferroviaria de alta velocidad en buena parte del territorio español.

Pero la puesta en marcha del tren de alta velocidad conlleva un ingente plan de actuaciones complejas en las que intervienen multitud de actores y una gran diversidad de factores que van mucho más allá del propio tren. Desde la definición del trazado hasta todas las infraestructuras necesarias de telecomunicaciones, electrificación y señalización y control ferroviario. Este complejo proceso no ha estado, ni está, exento de ciertos y lógicos desfases en el tiempo, producidos en algunos casos por actitudes marcadamente pro activas y, en otros, por la propia complejidad del desarrollo de un proceso en el que intervienen un gran número de empresas de diversos sectores.

Lo que es indudable es que la red de alta velocidad diseñada responde a una demanda social que ha visto, con sana envidia, la prosperidad de los núcleos urbanos cercanos a las estaciones del AVE actualmente en funcionamiento. Por tanto, que es una aspiración lógica de toda ciudad pretender nuevas conexiones de manera rápida, cómoda y segura para poder incrementar su propio desarrollo y no aumentar las desigualdades territoriales. Esta aspiración coincide con el impulso decidido de la Unión Europea para que el ferrocarril sea el medio de transporte del siglo XXI con un ambicioso proyecto que armonice una verdadera red transeuropea.

Desde Siemens estamos participando en el desarrollo de estas modernas infraestructuras ferroviarias aportando una tecnología de última generación que posibilita cumplir con los objetivos propuestos, ofreciendo un tren rápido, cómodo y seguro. En España estoy seguro de que en un futuro próximo asistiremos a cambios espectaculares, después de haberse superado los diferentes escollos encontrados en el camino.

No obstante, tenemos que resaltar la diferencia entre la velocidad alta (hasta 250 kilómetros por horas) y la alta velocidad (hasta 350 Kilómetros por hora), modelos ambos que se van a complementar en el territorio español y que creemos adecuado por la propia orografía de nuestro territorio y por las distancias medias entre las grandes ciudades, que permitirán al tren de alta velocidad ser muy competitivo con respecto al avión y al coche. La alta velocidad como tal, con velocidades de 350 Kilómetros por hora, sólo se podría alcanzar, por ahora, en la línea Madrid-Barcelona, donde los trenes de Siemens serán los únicos capaces de cubrir el trayecto a esta velocidad comercial, como se ha comprobado, con asistencia de periodistas españoles, ya en la generación anterior de los trenes Velaro, precursores de los AVE S 103 que fabrica Siemens para Renfe.

Un aspecto fundamental en el desarrollo de la alta velocidad es la puesta en marcha de las infraestructuras necesarias de comunicaciones seguras y fiables. El desarrollo del sistema ERTMS (sistema europeo de control de tráfico) y de la tecnología GSM-R (sistema europeo de interoperabilidad de las comunicaciones por radio) serán cruciales para que la alta velocidad sea realmente implantada en nuestro país. Este último lo estamos instalando ya en el tramo Lleida-Barcelona y estamos a punto de finalizar la del Madrid-Toledo y Madrid-Puertollano.

Desde Siemens, seguimos invirtiendo, como lo venimos haciendo desde hace 109 años que estamos presentes en España, en innovación e investigación como señas de identidad, así como con nuestro compromiso de desarrollo sostenible respetando el medio ambiente. Trabajamos, día a día, para estar a la vanguardia tecnológica y ofrecer a los usuarios del tren un producto que sea capaz de satisfacer sus necesidades y que ofrezca los grados de seguridad exigibles en el sistema europeo.

El desarrollo económico experimentado en nuestro país en los últimos 20 años, no será completo si no contamos con una red amplia de alta velocidad que una y acerque las principales capitales españolas con nuestros vecinos de Portugal y Francia.

El desarrollo económico de España no será completo sin una amplia red de alta velocidad

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