San Isidro, la feria taurina mundial
San Isidro programa en Madrid más de una treintena de espectáculos con una alta demanda de localidades pese a las críticas al cartel de algunos aficionados
Un año más, la plaza de Las Ventas de Madrid se convierte durante el mes de mayo en el centro del toreo. La feria de San Isidro, la más larga e importante del calendario taurino mundial, oferta casi una treintena de espectáculos, en una programación variada, pero de muy desigual calidad. Debido a la extensión del abono, la feria, que nació en 1947 con la intención de reunir a la flor y nata del toreo, ha terminado acogiendo a una inmensa mayoría de diestros del grupo medio del escalafón.
En San Isidro estarán presentes todas las figuras del toreo en activo, con la excepción de César Jiménez, que no llegó a un acuerdo con la empresa, de Rivera Ordóñez y de Morante de la Puebla, que si bien está anunciado, es casi seguro que no va a hacer el paseíllo en Las Ventas tras su sorpresiva retirada aquejado de una fuerte depresión.
Sí estará El Juli, naturalmente, y también Enrique Ponce y César Rincón, si bien estos dos últimos harán un único paseíllo. Su importante presencia queda, por tanto, diluida en el océano de tantas y tan regulares tardes de toros seguidas. Retirados Joselito y José Tomás, el centro de atención del abono se ha desplazado hacia los jóvenes Uceda Leal, Matías Tejela, Miguel Abellán y Serafín Marín, entre otros, y también hacia El Califa, triunfador del último San Isidro y que este año debe revalidar su éxito de hace ahora un año.
Apenas hay bajas entre los 18.000 abonos. Este año quedaron libres 276
Desde aquel ya lejano 1947, que entonces celebró únicamente cinco festejos, hasta los 29 de este año, la feria no sólo ha crecido en número de espectáculos. Desde la década de los ochenta, con la llegada a la empresa de Madrid de Manuel Chopera, San Isidro también ha pasado a convertirse en un fenómeno social, que ha llevado aparejado un considerable aumento en la demanda de localidades.
En estos momentos, son aproximadamente 18.000 las tarjetas de abono expedidas, lo que no quiere decir que sea ese mismo el número de titulares. Entre los 3.000 abonos que posee la reventa oficial del 20%, entre los que tiene en propiedad la reventa ilegal y entre los muchos que están en manos de empresas y que los reparten a sus clientes, se calcula que el número real de propietarios no supera los 12.000. Sólo 500 de ellos están agrupados en la Unión de Abonados de Madrid, aunque fuentes de esa asociación han asegurado a este periódico que su representatividad es, en número real de abonos, mucho mayor que por número de asociados.
Obtener un abono se ha convertido, desde hace muchos años, en el manifiesto deseo de muchos aficionados. Un deseo, por otra parte, de casi imposible realización salvo si el demandante de localidades pasa por la reventa.
Cerrada la ampliación de abonos desde hace muchos años, cada día de corrida sólo salen a la venta el 5% de las 23.000 localidades que componen el aforo total Las Ventas. También desde hace muchos años, pasados los días de retirada del nuevo abono, sólo son unas sesenta personas las que cada temporada dejan de renovar su tarjeta. Este año, de manera excepcional y por primera vez en varias décadas, las tarjetas no retiradas han ascendido a 276, que únicamente suponen el 1,53% del total, pero que significan un aumento de casi un 400% con respecto a ediciones anteriores.
Algunos aficionados han interpretado este mínimo y, al mismo tiempo, significativo descenso de abonos retirados, como una muestra del descontento del aficionado madrileño con una feria en la que prima mucho más la cantidad que la calidad. En este sentido también se han manifestado desde la Unión de Abonados, que emitieron un comunicado de reprobación de los carteles.
En el fondo de todas las quejas está, muy probablemente, la obligatoriedad que tiene el aficionado de retirar el abono completo (que incluye las tres novilladas de la miniferia de la comunidad y los seis festejos de la Feria de Otoño) para conservar su derecho al año siguiente. Para evitarlo se ha extendido la práctica de vender una parte o la totalidad de las entradas, de manera que el coste sea mucho más llevadero.
La semana torista Días clave
A ser posible, el aficionado no debería perderse las actuaciones de El Juli, Uceda Leal y Matías Tejela. El primero (20 y 26 de mayo), porque es la figura máxima actual; el segundo (15 y 26 de mayo), porque salió revalorizado de su encerrona en la Corrida Goyesca del 2 de mayo, y el tercero (días 19, 27 y 28), porque en Sevilla demostró estar en un magnífico momento. La corrida del día 26, con César Rincón, Uceda Leal y El Juli -que ha dejado de banderillear- es la que tendrá mayor demanda. En la Corrida de la Prensa, el 27, torearán Miguel Abellán, Serafín Marín y Matías Tejela.
Lo mejor del Cartel
En la plaza de Madrid gusta el toro serio y de ganaderías con famas de duras. En esa línea destacan las divisas de José Escolar, Palha, Celestino Cuadri, Adolfo Martín y Victorino Martín, de nuevo el mayor atractivo ganadero del abono. A esta feria regresan, tras años de ausencia, los toros de Miura, cargados de leyenda e historia, y que en esta ocasión serán lidiados por Eduardo Dávida Miura, sobrino de los ganaderos. La empresa ha programado a la mayoría de estos hierros en la última semana de feria.