La curva de tipos, casi vertical
La curva de tipos indica las distintas rentabilidades que pide el mercado para los préstamos de capital para los distintos plazos. Al principio dibuja la rentabilidad del papel a muy corto plazo, y en la parte final de la curva figuran los tipos de la deuda a 10 o 30 años. Es un espejo de las expectativas del mercado y, como tal, hoy por hoy esboza un panorama poco sostenible.
Los comentarios sobre el mercado de bonos dan por hecho que los tipos de interés de la deuda estadounidense a 10 años pasarán pronto al 5%. Es un nivel acorde con una economía en moderada expansión, con niveles razonables de crecimiento y tipos de interés. A corto plazo, sin embargo, los tipos de interés están en el 1%, con lo que la pendiente de la citada curva de tipos es prácticamente vertical.
La situación habrá de resolverse en algún momento, es decir, los tipos a largo plazo serán más parecidos a los de corto plazo. Esta normalización se hará, presumiblemente, a través de una subida en los plazos más cortos que obedecería a un aumento de los tipos de interés de referencia, esto es, los de Greenspan.
La reacción del mercado en la sesión de ayer a los datos de peticiones de subsidio de desempleo en Estados Unidos y al encarecimiento del precio del barril de petróleo, pone de manifiesto la extrema sensibilidad de los inversores a los movimientos en política monetaria.
Así las cosas, parecería que la mejor opción sería el mantenimiento de los tipos. Pero nada está inventado, y la situación ha de converger a la normalidad, la demora en el endurecimiento monetario sólo puede conducir a que éste sea más brusco. Pan para hoy, en fin, y hambre para mañana.
Obviamente, el efecto del aumento en el precio del petróleo no se queda en los tipos de interés. Tener el barril a 37 dólares es una versión moderna del diezmo que se pagaba en la Edad Media. Supone inflación, por un lado, y menos crecimiento económico, por el otro.
¿Hasta qué punto el mercado cotiza el alza del crudo? La escasa duración de los plazos con los que juegan los inversores hoy por hoy invita a pensar que no les quita el sueño. El petróleo hace daño cuando está caro varios meses, pero los tipos hacen daño de un día para otro.