Carrefour y El Corte Inglés no venderán transgénicos con su marca
El día 18 entra en vigor la nueva normativa sobre etiquetado de transgénicos, más estricta que la existente hasta ahora. Carrefour, El Corte Inglés o Alcampo no venderán productos que contengan organismos modificados genéticamente bajo su marca. Sí comercializarán los artículos de otras marcas que deriven o tengan transgénicos.
La nueva normativa sobre etiquetado de alimentos que contengan o se deriven de organismos modificados genéticamente inicia su andadura en España con polémica.
Aunque las autoridades subrayan que los alimentos a la venta que contienen, se derivan, o son organismos modificados genéticamente no representan riesgos para la salud, las grandes compañías de la distribución se niegan a vender transgénicos bajo su marca. Sí venderán artículos de otras marcas que los comercialicen.
Carrefour, El Corte Inglés o Alcampo son algunas de las empresas que ahora descartan vender artículos propios que contengan organismos modificados genéticamente. Fuentes del mercado sugieren que las firmas prefieren esperar a ver cuál es la reacción del consumidor ante estos productos. Pero la negativa no ayuda a desterrar los temores que el cliente pueda tener sobre estos alimentos. El sector biotecnológico y las autoridades de seguridad alimentaria han acogido con decepción la medida de las grandes de la distribución.
José Ignacio Arranz, jefe de Gabinete de la Agencia de Seguridad Alimentaria, insistió ayer, durante un coloquio organizado por la fundación Andama, en que la nueva normativa va encaminada a ofrecer más información al consumidor y no a advertir sobre nada. 'Esto no es política antitabáquica', manifestó. Arranz admitió que hasta el momento se han cometido fallos en la política de comunicación de riesgos sobre estos alimentos.
En Carrefour dicen que es 'política del grupo' no vender este tipo de artículos bajo su marca y que se trata de una política que seextiende a todas las empresas del grupo. En El Corte Inglés apuntan que 'por ahora' no se venderán estos productos bajo su marca.
En España se puede comercializar aceite de maíz, de soja y de colza, almidón de maíz y derivados de maíz, soja y colza que provengan de semillas modificadas genéticamente desde los años noventa. Las empresas que lo vendían tenían la obligación de incluir en su etiquetado la condición de modificado genéticamente cuando el producto final contenía ADN o proteína modificada. Ahora la obligación se extiende a todo aquel ingrediente alimentario que provenga de semillas modificadas genéticamente.
El coste de demostrar la ausencia de organismos modificados genéticamente
La normativa que entra en vigor el día 18 es una versión más estricta de la obligación que existía hasta el momento sobre etiquetado. A partir de ahora habrá que señalar en la etiqueta la presencia de organismos modificados genéticamente incluso en los aditivos alimentarios. El umbral a partir del cual es obligatorio etiquetar ha bajado del 1% al 0,9%, y al 0,5% si se trata de organismos modificados no aprobados, pero con el visto bueno de comités científicos. Los operadores deben garantizar la trazabilidad, es decir, identificar de quién reciben y a quién transmiten el producto con organismos modificados. Fuentes conocedoras del proceso legislativo se preguntan cómo una empresa de distribución prefiere correr el coste que supone demostrar la ausencia de estos organismos hasta el origen del producto.