Bolsas en máximos
La Bolsa española está en máximos del año a pesar de lo que cabría esperar tras los atentados de marzo. El autor recomienda prudencia, pues, a su juicio, la abundancia de liquidez ha alimentado unos excesos en los mercados que antes o después deben corregirse
De acuerdo, no todas las Bolsas están en los máximos del año. Pero así ocurre en el caso del mercado español, precisamente del que menos se hubiera esperado esta evolución tras lo ocurrido en marzo. Y me refiero tanto a los atentados terroristas como al cambio de Gobierno. El teórico impacto negativo en las Bolsas de los atentados del 11 de marzo se debe considerar de forma global, aunque para algunos sectores (turismo, seguros, transportes) sí podría haber sido mayor para las compañías españolas.
Por lo que respecta a la victoria del PSOE en las elecciones generales, su impacto final parece ser incluso positivo. Los cambios políticos, especialmente los inesperados, suelen llevar a la cautela (cautela=ventas) a los inversores. Y esto cuando existe unanimidad sobre 'el buen hacer' del PP en el ámbito económico en los últimos ocho años. Claro, todo es susceptible de mejora. Quizá a esta conclusión han llegado finalmente los inversores, calmados tras el nombramiento de Solbes como ministro de Economía. Aunque yo soy un poco más desconfiado. No sobre la preparación y disposición a aplicar una política fiscal ortodoxa del aún responsable de Economía de la Comisión Europea, sino sobre las razones últimas de la mayor subida relativa de la Bolsa española en las últimas semanas. Como ya vimos tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, el mercado tiende a sobrerreaccionar tras un shock. En definitiva, la reacción inicial suele llevar a otra totalmente opuesta, que incluso puede superar en términos de niveles a la primera. El movimiento puede ser finalmente apuntalado si el contexto internacional es propicio. ¿Lo es ahora realmente?
La cautela puede ser ahora sinónimo de volatilidad y hacer más desconfiados a los inversores
Reconozco que ante una cuestión como la anterior yo siempre me inclino a analizar lo que ocurre en EE UU. En su economía y, aunque en teoría es un reflejo, en sus mercados. ¿La razón? Una incuestionable: el protagonismo que ha tenido, tiene y mucho me temo que seguirá teniendo a corto plazo la economía norteamericana a nivel mundial. Bien, pues los principales índices de la Bolsa norteamericana mantienen ganancias de entre el 1% y el 2% en el año. Escasas subidas que son descensos del orden del 2%-4% si comparamos los niveles actuales con los máximos observados en lo que llevamos de año. El hecho de que la Bolsa norteamericana mantenga un peor comportamiento relativo a las europeas, y también frente a la japonesa, no debería extrañarnos, dada su mayor valoración desde el punto de vista fundamental. Otra cosa es que mantengan tendencias divergentes, con la tendencia al alza de la Bolsa norteamericana puesta en duda. Leía hace unos días cómo un analista afirmaba que los beneficios empresariales del primer trimestre deben 'justificar' los niveles actuales de la Bolsa. Totalmente de acuerdo. Pero, siendo una condición necesaria, no es suficiente para que índices como el Dow o el S&P registren nuevas subidas. Las condiciones suficientes son: 1) que la recuperación de los beneficios sea permanente; 2) que el contexto de tipos de interés siga siendo positivo; 3) que no se produzcan factores exógenos que minen la confianza de los inversores. Sobre el primer punto anterior, es evidente que subidas del 16%-20% de los beneficios del S&P en el primer trimestre no se van a mantener en el año. Los pronósticos más positivos fijan el incremento de los beneficios este año en niveles del 15% (13% para 2005). También es cierto que su evolución durante 2003 superó con creces el rango alto previsto inicialmente por los analistas. Pero la capacidad de sorprender es limitada, especialmente si comparamos el crecimiento de los beneficios descontado por el mercado con el promedio histórico.
'Las Bolsas están baratas frente a la deuda', pero, ¿y si suben los tipos de interés? Yo no creo que la Fed vaya a subir los tipos oficiales durante el año, a pesar de que el mercado ya descuenta una elevación de 50 puntos básicos en la segunda parte del ejercicio (la reciente publicación de los datos de empleo en marzo ha sido determinante). Pero también es cierto que muchos miembros de la autoridad monetaria norteamericana se cuestionan en público sobre el potencial riesgo que conlleva mantener tipos oficiales excesivamente bajos durante un periodo excesivamente largo. De esta forma no se discute tanto sobre tensionar la política monetaria como llevarla progresivamente a su neutralidad. La amenaza de subida de tipos es clara, algo que las Bolsas parecen ignorar.
Por último, ¿cómo encuadrar el factor geopolítico con la actual evolución de las Bolsas? El mismo analista anterior consideraba que los inversores 'estaban curados de espanto', también 'inmunizados' frente al riesgo de atentados o guerra. En esta ocasión no tengo otra opción que disentir. Dejando de lado el riesgo claro en el terreno económico (por ejemplo, por la subida de los precios del petróleo), es evidente cómo todos somos más cautelosos en este tipo de situaciones. Y la cautela ahora puede ser sinónimo de volatilidad, haciendo a los inversores más desconfiados.
Después de todo lo anterior, ¿es lógico esperar nuevos máximos en las Bolsas mundiales a corto plazo? Seguro que muchos dirán que sí, especialmente aquellos que apelen a la elevada liquidez actual. Pero, en mi opinión, en el pasado el exceso de liquidez ha sido una garantía de alimentar los excesos en las Bolsas que más tarde o más temprano deben corregirse. Seamos prudentes.