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Para invertir

Ganar sin mirar lo que hace la Bolsa

En los últimos años, y al calor de las caídas bursátiles, han proliferado fórmulas cuyo objetivo era batir al mercado o al menos cubrirse ante las pérdidas de las Bolsas. Una de las que ha conseguido mayor aceptación, sobre todo entre los grandes patrimonios, ha sido la gestión alternativa.

Esta fórmula se caracteriza porque busca lograr rendimientos absolutos con independencia de la dirección que tome el mercado. Para ello combina elementos tradicionales y alternativos como los derivados, high yield o estrategias oportunistas, de arbitraje o las que intentan sacar partido a las ineficiencias del mercado. La manifestación más pura de esta gestión son los hedge funds, que suelen estar domiciliados en paraísos fiscales y que, pese a que habitualmente se asocian con la idea del riesgo, lo cierto es que en ocasiones son más conservadores que otro tipo de fondos.

Con todo, y a pesar de que en España su comercialización aún no ha sido aprobada, los inversores han accedido a este tipo de gestión a través de fondos de inversión de gestión alternativa que están aprobados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). No obstante, este instrumento no es el único que permite invertir en este tipo de gestión. La inversión directa en bonos convertibles, derivados o depósitos ligados a fondos de gestión alternativa son otros vehículos, así como las estrategias de arbitraje entre dos valores de un mismo sector o entre divisas.

Pero la mejora del tono de los mercados de valores -que pese a las incertidumbres sobre las economías y el temor a nuevos atentados ha cerrado el primer trimestre de 2004 en positivo- ha desviado la atención de este tipo de gestión. 'Cuando el mercado está alcista nadie se acuerda de la gestión alternativa', esgrime Javier San Pío, de Banif.

Bien es cierto que los expertos reconocen que en épocas alcistas de los mercados, las rentabilidades que se pueden lograr invirtiendo de forma directa en Bolsa son mayores que las que obtiene la gestión alternativa, pero, a su juicio, conviene dedicar siempre una parte de la cartera a esta gestión. 'Recomendamos tener entre un 10% y un 11% en gestión alternativa en nuestra cartera modelo global', señala San Pío. En Deutsche Bank Private Wealth Management coinciden. 'Teniendo en cuenta que la rentabilidad que se puede lograr no está muy lejos de las posibilidades que ofrece la renta variable con la ventaja de asumir un riesgo cercano al del bono, la conveniencia de invertir en este tipo de gestión es clara', sostiene Luis Ojeda, director general de Deutsche Bank Private Wealth Management. No sólo eso. Entre las bondades de este tipo de gestión, está, a juicio de Ojeda, la mayor estabilidad que da a las carteras. 'Aunque en época de caídas es mucho más demandada, siempre hay que tener una parte de la cartera en gestión alternativa', señala Ojeda al mismo tiempo que explica que en su cartera modelo mantienen un 20% en este tipo de gestión.

BNP Paribas sitúa en el 15% el porcentaje de gestión alternativa para sus carteras. 'Es un complemento perfecto para la gestión tradicional, ya que es una forma más de diversificar las inversiones', sostiene Antonio Salgado, de BNP Paribas. 'Por su alta rentabilidad, riesgo limitado y baja correlación con los activos tradicionales, es muy eficiente como complemento a la gestión tradicional', añade Ojeda. 'Además, y en contra de lo que sucede en las inversiones tradicionales, caracterizadas por la beta, en este tipo de gestión juega un papel fundamental el alfa, que es el valor añadido que aporta el gestor y que no da el mercado', afirma Ojeda.

Tradicionalmente la gestión alternativa ha estado más ligada a las grandes fortunas y a los clientes de banca privada, por su mayor acceso al asesoramiento y al conocimiento de esta fórmula, así como a la inversión directa. Sin embargo, para los expertos no es exclusiva de este segmento. 'La ventaja de los grandes patrimonios es que permiten una diversificación mayor, lo que conlleva una optimización de la rentabilidad pero es accesible a todos los inversores a través de los fondos', coinciden los expertos.

A la espera del reglamento

La Ley de Instituciones de Inversión Colectiva, que entró en vigor en febrero del año pasado, dejaba muchos de sus puntos pendientes de un reglamento que todavía está a la espera de su desarrollo. Para los expertos, su regulación permitirá, previsiblemente, la distribución de los hedge funds en España aunque con ciertos límites, eso sí. 'De igual forma que países como Italia o Alemania han dado solución a estos productos, España seguirá sus pasos', señala Luis Ojeda, director de Deutsche Bank Private Wealth Management, que confía en que el reglamento permita abrir el abanico de productos de gestión alternativa.Para Antonio Salgado, director adjunto de marketing de banca privada de BNP Paribas, pese a que el reglamento no está desarrollado, la ley ya es un paso adelante. 'Los inversores están demandando este tipo de productos, y dado que los países del entorno han llevado a cabo las modificaciones pertinentes para darles cabida, otro tanto sucederá en España', augura el experto.Javier San Pío, director del departamento de fondos de inversión de Banif, coincide: 'El reglamento será positivo para el mercado de fondos. No creo que permita distribuir cualquier producto pero permitirá el uso de un mayor número de estrategias'.No obstante, los expertos son conscientes del retraso que el cambio de Gobierno supone para el desarrollo del reglamento. Mientras tanto, exponen que existen productos que permiten beneficiarse de las bondades de la gestión alternativa. En Banif, por ejemplo, señalan los fondos monetarios dinámicos (que permiten utilizar diversas estrategias similares a las de los hedge funds pero que están aprobados en España).

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