El entorno de tipos bajos y el miedo al terrorismo disparan la renta fija
La espiral de incertidumbre política y económica que sacude el mundo ha resucitado el interés por la renta fija, valor refugio tradicional. El precio de los principales bonos volvió a subir ayer. La deuda pública ya no necesita ofrecer un rendimiento interesante para atraer inversores, el interés de los bonos está al nivel más bajo desde julio.
El dinero 'es miedoso por naturaleza' explicaba ayer un operador del mercado español de renta fija. Este agente señalaba que, tras los atentados del 11-M, buena parte de los fondos de inversión mixtos han comenzado a incrementar su exposición a renta fija. Esta rotación hacia posiciones defensivas es uno de los factores que explican que el rendimiento ofrecido ayer por el bono español a 10 años llegara a caer a 3,934%, el más bajo desde julio pasado.
La turbulenta situación en España, con el cambio de Gobierno y la sombra del terrorismo islámico ha introducido un paulatino pero firme aumento de la percepción de riesgo. En enero, el diferencial con el bono alemán era favorable a España por la mínima. Ahora, el rendimiento del bono español está 8,5 puntos básicos por encima.
'La evolución de la renta fija es una señales de la preocupación existente en el mercado sobre la economía', señala Nicolás López, director de análisis de MG Valores. 'Lo que está detrás es la percepción de que el boom de los resultados empresariales vivido en 2003 se explica por factores coyunturales, sin que se perciba un proceso de inversión en bienes de equipo y de creación de empleo por parte de las empresas'.
El mercado percibe que los buenos datos empresariales en 2003 se debieron a factores coyunturales
La constatada atonía económica de la zona euro también ha llevado a aplazar los planes del BCE de subir los tipos de interés, un factor que constituye un catalizador adicional para la renovada pujanza de la renta fija.
El mantenimiento de unos tipos de interés reales negativos multiplica la liquidez, que termina entrando en deuda, sobre todo pública, ante la incertidumbre que atenaza a la renta variable. El propio presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ha sugerido la posibilidad de un recorte de tipos desde el 2% actual si la economía sigue sin arrancar. Pero los analistas ven dudoso este movimiento. 'Las condiciones y perspectivas actuales de crecimiento no justifican una bajada de tipos', sentencia Antonio Zamora, de Urquijo Bolsa, que prevé que el crecimiento del PIB de la eurozona se sitúe este año entre el 1,5% y el 2%.
'Es sorprendente que el mercado haya descontado con tanta seguridad que de aquí al verano se vaya a dar un recorte de los tipos de 25 puntos básicos', advierte Arlo Carrió, de Sabadell Banca Privada. 'Tendría que producirse una cadena de datos muy negativos' para que procediera una rebaja, argumenta el economista.
Existen factores que amenazan con cortar el vuelo de la renta fija. Uno de los elementos que ha alimentado la deuda pública, especialmente la de EE UU, es la compra de masiva de bonos por los bancos centrales asiáticos. Los primeros indicios inflacionistas en Asia indican que la estrategia toca a su fin. 'La diferencia entre el volumen de oferta de papel y la demanda real es tan asimétrica que el riesgo ya no merece la pena', destaca Carrió.