Las compañías limpian su balance
Empujadas por accionistas, bancos de inversión y agencias de calificación, las compañías prosiguen su cura de adelgazamiento. La deuda conjunta de las empresas no financieras del Ibex 35 se redujo en 9.020 millones de euros en 2003.
Si se amplía el periodo de cómputo hasta el 31 de diciembre de 2001, fecha que los analistas consideran como el pistoletazo de salida en la carrera por aliviar el balance, el recorte de la deuda asciende a 23.893 millones.
Al cierre del pasado ejercicio, el endeudamiento financiero neto -entendido en términos contables como la suma de los acreedores a largo plazo, más las deudas con las entidades de crédito a corto plazo, menos las inversiones financieras temporales y la tesorería- de las empresas incluidas en el índice selectivo, totalizaba 92.985 millones, un 8,83% menos que en 2002, y un 20,44% por debajo del registro de diciembre de 2001.
Los analistas creen que el proceso de saneamiento está cerca de finalizar y recuerdan que tan malo es para una empresa tener una deuda excesiva como ser muy conservadora
A pesar de lo deslumbrante de las cifras, la reducción de deuda ha estado capitalizada por unas pocas compañías, especialmente las de mayor tamaño. Hasta 12 empresas aumentaron su nivel de deuda en 2003.
Endesa, Telefónica, Repsol, Móviles, Arcelor y Unión Fenosa fueron, por este orden, las que más recortaron su apalancamiento durante el pasado ejercicio. Por contra, Sacyr Vallehermoso, Metrovacesa, Abertis, Altadis y Ferrovial encabezaron la lista de las que más se endeudaron en este periodo dentro del Ibex 35. 'El hecho de que las empresas hayan saneado tanto su balance en uno de los periodos con los tipos de interés más bajos que se recuerdan puede parecer una incongruencia', señala Juan José Martínez, responsable de análisis de Link Securities.
'Sin embargo, muchas de ellas se endeudaron demasiado durante finales de los años noventa, en la mayoría de los casos para diversificar las actividades fuera de su negocio tradicional como adquisiciones poco o nada rentables. La burbuja se pinchó y lo que antes no tenía importancia para el mercado balances muy apalancados, pasó a tenerla', añade Figares.
Tras dos años de ajustes, los expertos consideran que el proceso, si no ha llegado a su fin, está cerca de hacerlo. 'Después de desprenderse de activos no estratégicos y destinar buena parte de su flujo de caja a aligerar sus pasivos, el nivel de endeudamiento de las compañías es ahora sensiblemente mejor' comenta Alicia Jiménez, jefa del departamento de análisis de Self Trade.
¿Es malo que una compañía se endeude? 'Desde un punto de vista de lo que les cuesta a las empresas, es mejor financiarse con deuda que con inversores. Y no sólo porque es más barato, sino porque, además los intereses son gastos de empresas el dividendos no y se pueden deducir', explica Jiménez.
'Ahora bien, lo importante es ver de cuánta deuda estamos hablando', agrega esta analista. En su opinión, la deuda es barata hasta que se tiene un volumen muy importante y los bancos comienzan a percibir que se puede dar el caso de que la compañía suspenda pagos. 'En ese caso, la deuda comienza a ser muy cara'.
Figares comparte esta opinión: 'Hay compañías que pecan de demasiado conservadoras y el mercado las puede penalizar por defecto. La deuda permite rentabilizar la estructura financiera'.
A cierre del pasado ejercicio, Iberia, Inditex, Indra y Zeltia eran las únicas empresas del Ibex 35 con posición de caja neta.
Dónde hay que fijarse
Los expertos señalan que para saber el grado de solvencia de una compañía no basta con mirar su deuda total, sino que hay que comparar ésta con otras variables para determinar si existe o no la posibilidad de que incurra en suspensión de pagos.La generación de caja es básica, pero con frecuencia difícil de prever, por lo que son frecuentes comparaciones con otras partidas del balance como sus fondos propios (capital social más reservas). Otras ratios son las que comparan la deuda con el valor en Bolsa de la compañía, y la que lo hace con el Ebitda. æpermil;sta última indica el número de años que le llevaría a una empresa limpiar su balance con su flujo de caja actual.