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Viviendas

Las regiones suben los impuestos propios ligados a la vivienda

Los Gobiernos autónomos han encontrado en la vivienda una buena excusa para llenar sus arcas. Un repaso a los tributos cedidos a las comunidades pone en evidencia que, en los últimos dos años, éstas se han dedicado a elevar la presión fiscal en actividades relacionadas con el sector inmobiliario.

Los Gobiernos autónomos han encontrado en la vivienda una buena excusa para llenar sus arcas. Un repaso a los tributos cedidos a las comunidades pone en evidencia que, en los últimos dos años, éstas se han dedicado a elevar la presión fiscal en actividades relacionadas con el sector inmobiliario. Consta así en un estudio realizado por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF).

Aunque las comunidades no tienen capacidad normativa para variar el IVA (armonizado desde Bruselas), que se aplica a las adquisiciones de vivienda nueva, sí la tienen para cambiar el gravamen de segundas transmisiones y documentos jurídicos. Y así lo han hecho.

Madrid, pionera

El Registro de Economistas sugiere una rebaja del gravamen por actos mercantiles

El impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP) cuyo tipo general para bienes inmuebles y derechos reales es del 6%, se ha ido elevando al 7% en todos los territorios de régimen común. Madrid y Cataluña fueron las pioneras en 2001, habiéndose extendido ahora al resto, excepto Canarias. Este punto de más supone, en la práctica una subida del 16% del gravamen.

El tipo del 7% del ITP es, curiosamente, el mismo que se aplica al IVA que grava la vivienda nueva. Ello ocurre justo cuando los precios de mercado de la vivienda nueva y de la de segunda mano también se están acercando.

Por otro lado, el tipo del impuesto de actos jurídicos documentados (AJD), tributo también cedido a las comunidades, ha pasado en la mayoría de ellas del 0,5% al 1% en su modalidad general de documento notarial (afecta a la compra de pisos). El incremento de gravamen es, de esta forma, muy abultado, del 100%. Sólo se salva Baleares, Canarias y Murcia, que se mantienen en el 0,5%. El REAF calcula que, actualmente, entre el 15% y el 18% del precio de venta al público de una vivienda corresponde a impuestos. El AJD se puede devengar hasta seis veces en la compra de una misma vivienda, desde que se adquiere el suelo hasta que se registra por el comprador.

'Todas las administraciones dicen que quieren abaratar el suelo para reducir el precio de la vivienda y sin embargo elevan los impuestos ligados a ella', ironizó ayer Rodolfo Molina, vicepresidente del REAF. Valentín Pich, presidente del colectivo, recalcó que la subida del ITP y del AJD incide en la actividad empresarial en general, no sólo en la compraventa de viviendas. 'Habría que revisar la tendencia al alza de estos impuestos, que puede dificultar el tráfico mercantil. Gravemos el beneficio pero no la transmisión', dijo.

Los Gobiernos regionales han ido creando tipos reducidos en estos impuestos, pero para casos especiales (viviendas protegidas, discapacitados, jóvenes, etc.). Mientras tanto, la tributación en los territorios forales (Navarra y Euskadi) sigue por debajo de la del resto de las regiones, de régimen común.

Deducciones parciales en el IRPF

El tramo autonómico del IRPF está siendo utilizado para incentivar la vivienda, aunque de forma parcial y con un coste recaudatorio inferior al incremento de ingresos por el alza de impuestos en ITP y AJD.Se han ido fijando deducciones por compra o alquiler aunque dirigidas a colectivos concretos y con cantidades limitadas. Para bonificar el alquiler, por ejemplo, sólo han legislado Valencia, Asturias y Madrid. En esta última, la bonificación se liga a la deducción estatal, congelada desde 1998. En este sentido, y de cara a las elecciones del 14-M, Valentín Pich llama la atención sobre la proliferación de normas fiscales, en continua reforma, que 'deberían tener vocación de permanencia' para poderse evaluar su eficacia.

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