La avidez del mercado español por los fondos mixtos flexibles no deja de crecer. La causa está en los malos resultados que estuvieron proporcionando, entre 2000 y 2003, los fondos gestionados contra un benchmark, lo que contribuyó a intensificar la búsqueda de fórmulas en las que la gestión activa del fondo permitiera aminorar la caída de los precios de la renta fija o variable y, a la vez, con movimientos ágiles, beneficiarse de las recuperaciones que pudieran producirse.
En esta línea se sitúan muchos de los fondos que se han lanzado al mercado a lo largo de 2003 o en las primeras semanas de 2004, entre ellos los que, con el nombre de Supergestión (y gestión por VAR) ha lanzado Santander Gestión de Activos. O el que ha lanzado Banesto. También Banco Espírito Santo ha comenzado a vender un producto de esas características, por lo que el número de fondos dentro de esta categoría asciende a 129. Entre los que se dieron de alta en 2003 figuran dos fondos gestionados por Fonditel, que encabezan el ranking del cuadro adjunto por rentabilidad acumulada en el mes y medio transcurrido de 2004.
Los mixtos flexibles están a veces en la frontera de lo que podrían considerarse fondos de gestión alternativa y así gustan de calificarlos a veces sus promotores. Sin embargo, sólo una parte reducida de su cartera sigue técnicas propias de esos estilos de gestión.