La espiritualidad de El Greco llega a Londres
Las características figuras alargadas y atormentadas de El Greco pueden verse desde hoy y hasta el 23 de mayo en la National Gallery de Londres. En total se exhiben 60 obras con las etapas más representativas de este pintor de origen cretense y español de adopción que, según David Davies, director de la muestra, liberó el color, la luz y las formas como nadie antes lo había hecho.
Domenikos Theotokopoulos (1541-1614), mejor conocido como El Greco, rompió con las reglas de sus contemporáneos y fue capaz de reflejar su espiritualidad sirviéndose de la abstracción y la imaginación, explicó Davis ante una apretada audiencia de periodistas europeos.
El director también destacó la modernidad de El Greco y la influencia que tuvo en artistas como Cézanne y Picasso, que se inspiró en la obra La visión de San Juan (1608-14), con sus imágenes desmaterializadas y bidimensionales, para pintar su obra Les demoiselles d'Avignon.
Su revolución formal tuvo gran influencia en artistas como Picasso y Cezanne
La exhibición ha sido organizada de forma cronológica para apreciar la evolución del artista desde sus comienzos en su Grecia natal, pasando por su breve época en Italia, donde se impregnó de los colores venecianos, hasta su explosión artística en Toledo, que ocupa cinco de las seis salas de las que se compone la muestra.
La temática de El Greco es mayoritariamente religiosa, pero su estilo evolucionó desde la rigidez formal de los primeros tiempos hasta la abstracción mística.
Esta evolución queda reflejada de forma muy clara en sus cuatro versiones de La purificación del templo pintadas en un periodo de 40 años, que se pueden ver juntas por primera vez.
En las dos primeras se aprecia la influencia de artistas como Tiziano, Tintoretto y Miguel Ángel. Pero la última versión (propiedad de la iglesia San Ginés de Madrid) 'es una metáfora de la purificación de la mente y el alma', dijo Davies.
El Greco cayó en el olvido tras su muerte pero fue rescatado de la oscuridad en los siglos XIX y XX por un entusiasta grupo coleccionistas, artistas y críticos
Las obras expuestas proceden en gran parte de museos estadounidenses como el Metropolitan de Nueva York o la National Gallery de Washington y de instituciones españolas. Desde España han viajado 17 óleos: seis del Museo del Prado y tres que nunca habían abandonado el territorio español, como La adoración de los pastores (1612-1614) o La Natividad (1603-05), de la iglesia del Hospital de la Caridad de Illescas (Toledo).
La exposición de la National Gallery ha agrupado algunos de los más famosos retratos realizados por el artista con una técnica de gran penetración psicológica como el de Fray Hortensio Pavariccio, muy admirado por Velázquez, y el de Jerónimo Ceballos.
La misteriosa dama del armiño
Una de las obras que más expectación han despertado en la exposición de la National Gallery es la obra titulada La dama del armiño, propiedad del Museo de Glasgow (Escocia) y sobre cuya autenticidad hay dudas.Se trata de un retrato de una bella mujer, vestida a la moda de la época, muy diferente a las pinturas religiosas del pintor. La obra tiene cierto parecido con su famosa Máter dolorosa, pero luce colores más vivos de lo habitual y tiene las mejillas sonrosadas y labios rojos.El cuadro, casi sensual, poco tiene que ver con las figuras atormentadas y alargadas de El Greco. Pero para el director de la exposición, su autoría es inequívoca y el trazo y los colores revelan el genio del artista.La identidad de la protagonista es también un misterio. Hay quien dice que podría ser Jerónima de las Cuevas, con la que El Greco tuvo un hijo al poco tiempo de llegar a Toledo, o incluso la infanta Catalina Micaela, hija de Felipe II, aunque Davies cree que esto último es improbable porque los miembros de la familia real suelen ser retratados en forma más formal, tanto en el atuendo como en la pose.Sea como fuere, el misterio sobre la hermosa dama del armiño continúa.