Izar regulará empleo por seis meses ante la falta de pedidos
La subactividad se ha instalado en las gradas y en los muelles de los astilleros civiles de Izar. Las principales factorías de esta división -Gijón, Puerto Real, Sestao, Sevilla y San Fernando, además de la antigua Astano- no lograron cerrar ni un solo contrato de construcción a lo largo de 2003, lo que ha dejado bajo mínimos su carga de trabajo. En algunas de estas plantas la subactividad supera el 75% y la mayoría de las empresas subcontratistas han finalizado, de momento, su colaboración con la compañía presidida por José Antonio Casanova.
Ante esta situación, Izar tiene en cartera la presentación ante la autoridad laboral de un expediente de regulación de empleo de seis meses para una parte de la plantilla -los astilleros militares mantienen una ocupación razonable- y que podría afectar con carácter rotativo a cerca de 5.000 personas. Su argumentación tiene como base la falta de carga de trabajo, una situación que está lastrando su cuenta de resultados y que se acentuará más este ejercicio con la entrega de los escasos buques que se están construyendo. El grupo público de construcción naval tiene previsto iniciar este mismo mes la ronda de contactos con las centrales para pactar el expediente. La negociación, sin embargo, no se presenta fácil, ya que todavía empresa y sindicatos no han llegado a un acuerdo sobre el convenio y el plan industrial.
Izar tuvo que reducir el pasado año un 30% su capital social por las pérdidas acumuladas para situarlo en 598,5 millones.
Muchas ofertas con ninguna cosecha
Ni en la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), propietaria de Izar, ni en el propio grupo de construcción naval pierden el ánimo. 'Estamos a punto de cerrar varios contratos de construcción y tendremos buenas noticias', aseguraban a mediados de diciembre portavoces de ambas sociedades.Lo cierto es que a pesar de largar las redes e intensificar la labor comercial, fundamentalmente entre los armadores que ya conocen los astilleros públicos españoles, como el noruego Knutsen, los resultados han sido negativos.De lograr estos pedidos, la aplicación del expediente podría sufrir alguna variación, pero su puesta en marcha parece inevitable.