España intenta que la UE reabra el debate sobre Kioto
El Consejo Europeo señala, en las conclusiones adoptadas ayer, que 'deberían estudiarse nuevas formas de aplicar las decisiones de la UE en el ámbito del cambio climático que sean rentables'. Los 15 líderes europeos, reunidos en Bruselas, aceptaron, con las reticencias de Francia y los países nórdicos, una referencia genérica que afecta al cumplimiento del Protocolo de Kioto y que España defendió a ultranza.
El manifiesto añade, en contra de las intenciones de España, que la UE debe 'plantearse, asimismo, el coste potencial de la inacción en este terreno'.
La declaración pilló ayer por sorpresa a las industrias afectadas por Kioto y, en especial, a las seis que ha involucrado directamente la directiva para la creación de un mercado europeo de intercambio de derechos de emisión de CO2: eléctricas, cementeras, vidrieras, siderúrgicas, petroleras y de cerámica. No obstante, Pedro Rivero, presidente de la patronal eléctrica (Unesa), señaló que, partiendo de la base de que hay que cumplir el Tratado de Kioto, es importante flexibilizar el proceso para su cumplimiento.
Resistencia francesa
El debate se abrió ya a comienzos de semana, cuando los ministros de Asuntos Exteriores preparaban el lunes en Bruselas el encuentro posterior de sus primeros ministros. El secretario de Asuntos Europeos, Ramón de Miguel, pidió entonces la introducción de una referencia expresa al Protocolo de Kioto en la declaración sobre los planteamientos comunitarios en materia de competitividad.
La delegación francesa se opuso de inmediato, aduciendo que la propuesta enfatizaba demasiado los supuestos aspectos negativos del protocolo. Varios países, entre ellos Dinamarca y Suecia, secundaron la resistencia gala y el texto eliminó finalmente la mención de Kioto. Estos socios comunitarios también expresaron la inconveniencia de enviar una señal dubitativa sobre Kioto en el momento en que se intenta convencer a Rusia de que suscriba el mismo.
Según este acuerdo, la Unión Europea debe reducir sus emisiones globales de dióxido de carbono y otros cinco gases de efecto invernadero un 8% sobre el nivel de 1990 para el periodo 2008-2012. Bajo este objetivo global, España puede aumentar hasta un 15% sus emisiones, pero el problema es que éstas exceden ya del 33%. Quizá por ello España insistió en la necesidad de reconocer la relación directa, y contraproducente según las voces críticas, entre el recorte de emisiones y la competitividad de las empresas. De Miguel arrancó una declaración suavizada y críptica que satisface, de momento, los intereses del Gobierno. En ella se mencionan 'las propuestas que tengan repercusiones significativas en la competitividad o creen una carga excesiva para determinados sectores de la industria'.
El manifiesto apenas compromete a nada, pero puede suponer la primera puerta abierta a que la UE se acabe descolgando de su compromiso de cumplimiento unilateral del tratado.
El debate, por tanto, queda de momento en tablas. Bruselas tomará en cuenta que el recorte de emisiones puede tener un impacto en la competencia de las empresas europeas a escala internacional, pero valorará que la aspiración a la eficiencia energética incentiva también la modernización de la producción y la reducción de costes. Fin del primer asalto.
Cumplimiento. Progreso desigual en la Unión
Alemania avanza en el mercado de emisiones y Francia retrasa el Plan ClimaEl Ministerio de Medio Ambiente alemán publicó ayer una lista de más de 2.600 instalaciones industriales y de servicios del país que se involucrarán en el mercado europeo de intercambio de derechos de emisión de C02, que deberá empezar a funcionar en periodo de pruebas en enero de 2005, según marca una directiva europea. Estas instalaciones deberán solicitar un permiso que establecerá su límite anual de emisiones de gases de efecto invernadero.En cambio, el Gobierno francés ha decidido retrasar hasta enero la publicación del llamado Plan Clima, un paquete de medidas para asegurar la eficiencia energética e impulsar el cumplimiento del Protocolo de Kioto.Los Quince promueven nuevas medidas para luchar contra el cambio climáticoLos Quince se proponen ahora promover todos los mecanismos que establece el Tratado de Kioto para facilitar el cumplimiento del mismo. Hasta ahora se habían concentrado sólo en uno de los tres, el mercado de intercambio de derechos de emisión de CO2, mientras que los otros dos, que fomentan el desarrollo de tecnologías de producción limpia y su transferencia a países en desarrollo, se habían aplazado para cuando el protocolo entrara en vigor.Sin embargo, el rechazo de ratificarlo por parte de EE UU y las reticencias de Rusia, han abocado a la Comisión a proponer una norma que modifica el régimen del comercio de derechos para incluir los otros dos mecanismos.