El valor temporal de las opciones
La semana pasada prestábamos atención a la valoración de las opciones y a las variables que determinan su precio correcto. También explicábamos los componentes del valor intrínseco de las opciones.
La prima, o precio, de una opción, de compra o de venta, se puede descomponer en una primera aproximación en dos variables, el valor intrínseco y el valor temporal. El valor intrínseco depende sólo del precio del activo subyacente y del precio de ejercicio de la opción. Pero volvamos al valor temporal de las opciones.
Valor temporal es el valor de la posibilidad de un movimiento de precios favorable antes del vencimiento de la opción. Este valor es tanto mayor cuanto mayor es el tiempo que resta para el vencimiento de la opción, pero sobre todo depende de la variabilidad (volatilidad) del precio del subyacente. Si la volatilidad fuese cero -lo que quiere decir que el subyacente no se va a mover y no puede variar a favor de la opción-, el valor temporal de la opción sería también cero. En este caso todo el valor de la opción sería valor intrínseco.
Tomemos como ejemplo algunas opciones de Telefónica Móviles que vencen el 19 de diciembre. Por ejemplo, la call con precio de ejercicio de 7,75 euros. Esta opción cotiza a 0,13 euros. La acción de Telefónica Móviles está a 7,65 euros, es decir, la call está fuera del dinero y su valor intrínseco es cero. Entonces el precio de mercado es igual al valor temporal; los 0,13 euros representan la posibilidad de que el precio del subyacente suba y la call entre en el dinero. La put del mismo vencimiento y precio de ejercicio ocho euros cuesta 0,40 euros por acción. Esta put sí está dentro del dinero y su valor intrínseco es de 0,35 euros (8-7,65), la diferencia entre 0,40 y 0,35 es el valor temporal y representa la posibilidad de que hasta el 19 de diciembre todavía ganemos más dinero con esta opción porque los subyacentes bajen de precio.
La volatilidad es la única variable en la valoración de las opciones cuyo cálculo no es inmediato. Para estimarla se puede utilizar la volatilidad histórica, que es la desviación típica de una serie temporal de precios del subyacente o la volatilidad implícita que es la que se desprende de los precios actuales de las opciones en el mercado. El primer método tiene en cuenta el pasado, el segundo tiene en cuenta la variabilidad que se presupone a los precios para el periodo de vida de la opción, es una volatilidad a futuro y resulta más útil para valorar las opciones.
El impacto de la volatilidad en el valor de las opciones es muy grande. Volvamos al ejemplo de la call con precio de ejercicio 7,7. El precio de 0,13 euros se obtiene con una volatilidad implícita del 22%. Si elevamos la volatilidad al 30%, dejando todas las demás variables constantes, el precio de la opción sube a 0,185 euros por acción, una subida del 42%. Y toda la subida corresponde al valor temporal, porque seguimos con valor intrínseco cero. Si bajamos la volatilidad implícita al 10%, el precio de la call cae hasta 0,039 euros, un 70%. En este caso, al bajar la variabilidad del precio de las acciones, disminuyen las posibilidades de que el subyacente suba y la opción entre en el dinero.
El tiempo que falta para el vencimiento es también un factor clave. A medida que pasan los días disminuyen las posibilidades de ganar dinero y baja este valor temporal. Lógicamente, el día en que una opción expira ya no hay más posibilidades de que el subyacente se mueva a favor, y el valor temporal es cero, ese día todo el valor de la opción es valor intrínseco.