A la búsqueda de las rentabilidades absolutas
Los partícipes de fondos de inversión siguen sin interesarse mucho por los fondos de renta variable. En cambio, están apostando por una variedad de los míticos y nunca bien conocidos por el gran público hedge funds. O, mejor dicho, por la variante de estos que busca rentabilidades absolutas.
Los años de caída de las Bolsas han cambiado muchas cosas en todos los órdenes de la vida y, como no podía ser menos, también en el ámbito de los fondos de inversión.
Y no es sólo que los inversores se hayan distanciado de los fondos de renta variable y mixtos en general (y de los tecnológicos y de telecomunicaciones en particular), sino que la demanda de seguridad ha traído a la actualidad de nuevo un tipo de fondo bien conocido por los partícipes españoles, los garantizados de renta variable, así como la popularización de otros, los fondos alternativos, que hasta hace poco sólo eran una curiosidad en el mercado español de fondos de inversión.
Los fondos alternativos o fondos de gestión alternativa son, pues, una de las respuestas no convencionales a la crisis de los mercados de renta variable. En realidad son una variante descafeinada de un instrumento muy conocido de lejos: los hedge funds que, aunque nacieron hace ya más de 50 años y gozaron de cierto predicamento en los años sesenta, no se comenzaron a hacer célebres hasta que George Soros actuando desde uno de ellos consiguiera su ya mítica expulsión de la libra esterlina del sistema monetario europeo en septiembre de 1992.
Posteriormente, el hedge fund más conocido fue el Long Term Capital Management, que, con su quiebra en el año 1998 y su apalancamiento de hasta 50 veces el capital desembolsado por los socios, puso en peligro la estabilidad del sistema financiero mundial.
Fue seguramente la mala prensa que estos dos casos famosos dieron al conjunto de los hedge funds lo que hizo que posteriormente se les empezara a llamar fondos alternativos, de los que la variante que se comercializa en España, viene a ser la versión suavizada, al tener que cumplir con la legislación a la que están sujetos todas las instituciones de inversión colectiva, no poder, por lo tanto, superar cierto nivel de riesgo y estar obligados a unos niveles de transparencia y liquidez que no tienen los verdaderos hedge funds.
La eclosión de los fondos alternativos en los dos últimos años hace que en este momento estén disponibles para la venta una treintena frente a los tres o cuatro de hace tres años. Si el criterio para definir lo que es un fondo de gestión alternativo se hace menos estricto, hasta casi 60 fondos de inversión podrían acogerse a esta denominación.
¿Y que es lo que tienen todos ellos en común? La búsqueda de una rentabilidad absoluta. Es decir, la expectativa de obtención de una rentabilidad positiva sean cuales sean las circunstancias de los mercados en los que el fondo invierte. Para ello utilizan técnicas de gestión con las que consiguen que la correlación del fondo con los activos tradicionales sea lo más baja posible. Por definición.
Fondos de alto riesgo. La importancia de no equipararlos a los de cobertura
Sin índice de referencia. Una de las características que identifica a un fondo de alto riesgo, hedge fund, es que no tiene índice de referencia, al ser uno de sus objetivos precisamente el desligar su rentabilidad de la evolución de los mercados.Cubrir riesgos. Para ello utilizan de forma intensiva instrumentos que permiten cubrir los riesgos, los llamados derivados, fundamentalmente opciones y futuros.Problemas de traducción. No es recomendable traducir hedge fund como 'fondo de cobertura', pues puede terminarse confundiendo con otro tipo de fondos que también utilizan los derivados para cubrirse de determinados riesgos, por ejemplo, el riesgo de cambio. O para proteger ganancias obtenidas.