China gana brillo como foco de inversión
China se convirtió la semana pasada en la excepción del mercado. La rentabilidades medias de prácticamente todos los países y tipos de activos empeoraron a lo largo de la semana pasada, incluso en las zonas del globo que mejor se han venido comportando a lo largo del año: Extremo Oriente, mercados emergentes y Japón. En China coincidieron dos felices circunstancias: la elevación del rating de su deuda exterior y el lanzamiento de una gran emisión de deuda (el rendimiento medio acumulado en el año de los fondos de renta variable que allí invierten pasó de 25,03% a 26,74%).
La agencia de rating Moody's elevó la calificación de las emisiones de China en moneda extranjera desde A3 a A2 a finales de la semana anterior y esta medida coincidió con la aparición de la República China en los mercados internacionales de capitales con una emisión de deuda global por valor de 1.470 millones de dólares (1.250 millones de euros) que pretende colocar parcialmente en diez años.
Es sorprendente que esta operación se haga en un momento en el que las reservas de divisas en el banco central chino han alcanzado niveles astronómicos, con lo que se ha convertido en uno de los principales financiadores del déficit por cuenta corriente de los EE UU.
La presencia pública de China como prestatario más bien parece evidenciar el deseo de sus autoridades de mostrarse como la potencia económica que ya empieza a ser, obteniendo un tratamiento, por parte de los bancos que le prestan, que hubiera sido impensable hace sólo dos años: pagará 53 puntos básicos, un punto básico equivale a 0,01%, sobre el rendimiento de la deuda del Tesoro estadounidense.
Declaraciones de Snow
Por otra parte, la desazón provocada por las declaraciones del secretario del Tesoro de EE UU, John Snow, sobre la evolución futura de los tipos de interés, advirtiendo de una próxima subida del precio del dinero; el regreso del dólar a niveles cercanos a sus últimos mínimos y la acogida desfavorable de algunos resultados empresariales en los EE UU provocaron un retroceso en Wall Street, del que se hizo eco al día siguiente el Nikkei 225 en Tokio con una bajada de las que no se veían allí desde hacía dos años. La rentabilidad media de los fondos de renta variable japonesa acumulada en el año pasó de 24,71% a 22,86%.
El impacto sobre la Bolsa española no fue demasiado significativo, pero ha hecho que la rentabilidad de la renta variable española descendiera desde el 17,36% de la semana anterior hasta el 14,56%.
La caída combinada de la Bolsa y la persistente debilidad del dólar redujo la rentabilidad media acumulada de la inversión en renta variable en los mercados estadounidenses del 11,49% a 8,35%.
El impacto de todas estas bajadas se tradujo en una reducción de 1,24% en la rentabilidad media acumulada en lo que va discurrido de 2003 para el conjunto de los fondos autorizados para la venta en España.